Primera prueba para aplicar pilotines de cal a subsuelo vial se hace en Ruta 9

En el tramo Río Verde-Mcal. Estigarribia el Ing. José Luis Heisecke del Consorcio Ruta 9, confirmó que con autorización del MOPC realizan tramos experimentales para precisar la influencia de las arcillas expansivas y la acción de los pilotines de cal para estabilizar los terraplenes.

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El empleo por primera vez en nuestro país de pilotines de cal en el tramo Río Verde- Mcal-Estigarribia es un hecho muy auspicioso, teniendo en cuenta que la mayor parte del recorrido de la Ruta 9 atraviesa zonas con pedominancia de suelos plásticos potencialmente expansivos. En tales condiciones, estos suelos podrían ser la causa de las fallas (daños) que se observan en las calzadas al poco tiempo de las reparaciones.

Desde esta óptica, los trabajos de bacheo y recapado en la Transchaco que proyecta el Ministerio podría no resultar si antes no se neutraliza la acción de dichos suelos. En la jerga vial se considera “zonas activas” a terrenos con alto contenido de arcillas expansivas, donde las fluctuaciones estacionales de humedad crean problemas por cambios de volumen en los terraplenes (ciclo de expansión y retracción).

Esta práctica de aplicación de cal al subsuelo se podría extender teniendo en cuenta que el Banco de desarrollo de América Latina-CAF aprobó un crédito de USD 400 millones para financiar el 71,4% del “Proyecto de habilitación y mantenimiento de la Ruta Nº 9 y los accesos a las colonias menonitas de Loma Plata (21 km), Filadelfia (15 km) y Neuland (20 km)”.

Opinión de los expertos

Expertos consultados por ABC Color confirmaron que las arcillas expansivas son suelos plásticos, susceptible de experimentar grandes cambios de volumen, en directa relación con los cambios en la humedad del suelo; se expande con la humedad y se contraen al secarse. En estos casos, la deformación del pavimento por las bajas presiones que se transmiten al terreno, no pueden impedir el hinchamiento del suelo y causa la degradación del terraplén y la carpeta de rodamiento.

Para ingenieros en mecánica de suelos, el gran problema que suponen los terrenos arcillosos con alto porcentaje de montmorillonita, se caracteriza por tener partículas capaces de absorber gran cantidad de agua, y pese que son terrenos muy resistentes, cuando son potencialmente expansivos y se produce una variación de la humedad, los cambios de volumen generan problemas por la expansividad del terreno que afectan vertical y horizontalmente.

Así, dependiendo del espesor del estrato (o bolsón), este fenómeno puede causar la deformación del terraplén (gálibo), que se hace luego visible como ondulaciones, hundimientos (baches), sobrelevaciones (reventones), ahuellamientos, corrimiento de bordes, cuarteamiento y desgranamiento de la carpeta asfáltica.

En la región hay experiencias a aprovechar

Para el ingeniero argentino Julio Estéfani, quien fue consultado por ABC Color, en regiones limítrofes a nuestro país, un 45% de las formaciones geológicas contienen arcillas expansivas, y un 64% se encuentra en climas en los que se pueden dar cambios de humedad representativo en los terraplenes, con periodos de sequía que van de dos a tres meses.

Afirmó que la cimentación sobre arcillas expansivas es posible, siempre y cuando se cuantifique con exactitud el grado de expansividad, y se tomen las medidas adecuadas a cada situación, pero eso ciertamente demanda realizar estudios geotécnicos para determinar las características del terreno (composición, presión admisible, grado de expansividad, nivel freático), y una vez verificado, se debe preparar el terreno de cimentación de la ruta, mediante técnicas de estabilización in situ.

Al respecto, señaló también que ello demanda efectuar estudios geotécnicos para determinar las características del terreno (composición, presión admisible, grado de expansividad, nivel freático).

Un método eficiente muy empleado en la región, desde 1964, consiste en la “inyección a presión de lechada de cal” (LSPI por su sigla en inglés), directamente en el interior de la capa a tratar, a profundidades de 1 a 3 metros y en ocasiones hasta 13 metros, de ser necesario, forzando a penetrar lateral y verticalmente en los bolsones y horizones acillosos para contrarrestar su efecto expansivo.

Cómo actúa este recurso tecnológico

La finalidad es formar sábanas de cal para que las capas de tierra reaccionen con la arcilla, reduzca la actividad por humedad, incremente la resistencia, y minimice el movimiento del suelo de cimentación de los terraplenes.

Dicha tecnología permite la expulsión del agua que rodea las partículas de arcillas, tiene efecto hidrófugo y pusolánico (su resistencia aumenta en el tiempo), lo que rompe el mito de reversibilidad que convenientemente sostiene la “rosca vial”, según las explicaciones técnicas existentes respecto a este tema.

A la fecha, la opción de “desactivar las arcillas expansivas” mediante “inyección a presión de agua con cal” o similar, nunca se empleó en nuestro país, pese que los principales corredores atraviesan zonas con arcillas exansivas.

ABC Color contactó con el Lic. Roberto Enrique, a cargo de la Unidad MOPC- BID, responsable de gestión para la implementación del préstamo del CAF para la reparación de la ruta 9, y señaló que en el llamado a licitación para el proyecto ejecutivo todas las sugerencias serán tenidas en cuenta, por lo que está técnica podría comenzar a expandirse.

ccaceres@abc.com.py

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