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Entre las ventajas de los transformadores a seco fabricados por primera vez en Paraguay por la empresa Trafosur se pueden citar el bajo riesgo de incendio (no son inflamables), no es contaminante y requiere bajo presupuesto de instalación, entre otros. Pero tienen un costo mayor al aparato que contiene aceite.
La empresa invirtió entre US$ 750.000 y US$ 800.000 desde la compra de maquinarias, equipamiento de laboratorio y tecnología, para poder fabricar los aparatos.
“Les estamos presentando a los técnicos de ANDE nuestro nuevo producto porque vamos a necesitar que emita una norma, porque la fabricación la hicimos de acuerdo a las normas del Brasil”, señaló Esteban Guanes, director de la firma.
Por su parte, el gerente técnico de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), Ing. Walter Causarano, refirió que no hace falta ninguna norma por parte de la empresa eléctrica estatal. “Ellos pueden ofrecer sus productos a cualquier empresa. En el caso de la ANDE, tendrían que participar de las licitaciones, y allí el tema es el precio, y este transformador tiene un costo mayor que el que siempre usamos en la empresa. Estos aparatos no vamos a poder usar en las redes de distribución, aunque sí en los sitios protegidos”, expresó el técnico de la ANDE.
De momento, la producción de Trafosur es de 19 transformadores a seco por mes. En cuanto a los transformadores en aceite, los ejecutivos informaron que la fábrica tiene una capacidad de producción mensual de unos 450 aparatos de diferentes capacidades.
Más caro que los otros
Estos transformadores, de diferentes capacidades, tienen un costo superior, entre 10% y 12% más que los que contienen aceite mineral (no “askarel”, el temido elemento, que ya no se utiliza desde 1980, informaron).
Los aparatos a seco no pueden ser instalados en la intemperie, sino solo en recintos cerrados, por lo que es recomendable para industrias, supermercados, etc., explicaron.
Como los directivos no quisieron mencionar cuánto cuesta cada transformador a seco por cuestiones comerciales, le preguntamos sobre los costos de la competencia. Comentaron que un aparato de 1.000 kVA (kilovoltios amperios) está costando alrededor de US$ 22.000.