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El economista manifestó que en el seno de la Cámara de Anunciantes del Paraguay (CAP), que reúne a las principales empresas y marcas del país, y que generan no solo una cantidad muy importante de empleo, sino también de los impuestos para el fisco, se esperan medidas del nuevo gobierno que reactiven el consumo que se trasunten en ventas y, como consecuencia, en la generación de mayor y mejor empleo, así como el incremento de los ingresos para el fisco.
Añadió que hasta ahora las principales empresas del país, e incluso las micro y pequeñas, vienen soportando ventas muy flojas en el primer semestre de 2013 por el masivo contrabando y la delicada situación económica de Argentina que provoca diferencias de precios con los mismos productos importados legalmente de hasta 100%.
Manifestó que por esta razón la CAP entiende que las nuevas autoridades económicas van a tener que aplicar aceleradores para reactivar las ventas, las inversiones privadas, públicas y el movimiento económico y, paralelamente, un control férreo del contrabando, dado que se está viviendo una situación de quietud. “Este freno probablemente proviene de la falta de circulante como consecuencia del no pago de los contratistas, obras paradas, obreros sin cobrar sus haberes, lo cual significa menos ingresos en el bolsillo de la gente”, resaltó Saguier.
Obsesión
El profesional agregó que con menos dinero en los bolsillos se venden menos empanadas, menos prendas de vestir, menos medicamentos; en fin, menos de todo. “La reactivación del aparato económico deberá ser una obsesión en los próximos seis meses si queremos enfrentar con éxito el combate a la pobreza y marginalidad que azotan nuestro país”, remarcó.
Acotó que esta situación, en lugar de mejorar, podría incluso empeorar si no se revierte la realidad vigente y se logra el círculo virtuoso de mayores ventas, mayor consumo, mayor empleo, mayores ingresos tributarios, mayor crecimiento y, finalmente, lograr mayor bienestar, que es el objetivo final de toda buena política económica.
Cabe advertir que la crisis económica que vienen enfrentando los comerciantes de frontera, por ejemplo, ya está generando el despido de funcionarios de los comercios fronterizos.
La situación obedece a la poca venta que vienen registrando en esta zona por la poca presencia de compradores brasileños.