Cargando...
Para los consumidores, se trata de un artículo de lujo.Cada año, los compradores y amantes de la carne vacuna deben pagar valores más altos por los cortes, que en temporada de invierno constituyen al menos para muchas familias, verdaderos artículos de lujo.
Con la menor cantidad ofertada en el sector, ya sea por las heladas que perjudican el forraje, la exportación, la vacunación y hasta la expo pasada, los precios suben hasta las nubes.
Lo negativo para los cada vez más vacíos bolsillos de los compradores finales es que cuando hay mayor oferta, no hay abaratamiento en la misma medida en que hubo incrementos. En otras palabras, cada año la carne vacuna está más cara, cada invierno es incomprable para muchas familias, pero en ningún caso bajan los valores. Al menos no lo suficiente.
Todo esto sumado a que la canasta familiar, a su vez, también está más pesada (no en cantidad sino en precio) y el nivel de los salarios no incrementan lo suficiente, se traduce generalmente en reducciones en las ventas. Esta es la constante queja de los comerciantes de este sector.
Como se verifica en el cuadro, realizado a partir de sondeos en supermercados de Asunción, la carnaza de primera se consigue a un promedio de 28.000 guaraníes el kilogramo, luego de haberse encarecido en 3.000 por kilo. La de segunda se incrementó en 2.000 guaraníes hasta ubicarse en el valor actual.
En el mismo rango de valores aumentó el precio de la carnaza negra y el peceto, en 2.500 y 3.500 guaraníes, respectivamente.
Mientras que en mayor medida se registraron los encarecimientos de la tapa cuadril, rabadilla, la paleta y carnaza blanca (que normalmente tienen el mismo valor), todos ellos en 4.000 guaraníes por kilogramo.
El lomito logró el incremento récord de 5.000 guaraníes en los últimos meses, mientras que el puchero de primera, registró una disminución de 1.500 guaraníes por kilo en los supermercados. Actualmente se consigue a 6.970 guaraníes por kilo, en promedio.
Todos estos valores fueron incrementándose progresivamente desde los primeros meses del año, pero en mayor medida entre mayo y agosto.
Los precios de referencia son solo un promedio, ya que hay mayores valores y menores, de acuerdo al supermercado y a la oferta y promoción del día.
Con la menor cantidad ofertada en el sector, ya sea por las heladas que perjudican el forraje, la exportación, la vacunación y hasta la expo pasada, los precios suben hasta las nubes.
Lo negativo para los cada vez más vacíos bolsillos de los compradores finales es que cuando hay mayor oferta, no hay abaratamiento en la misma medida en que hubo incrementos. En otras palabras, cada año la carne vacuna está más cara, cada invierno es incomprable para muchas familias, pero en ningún caso bajan los valores. Al menos no lo suficiente.
Todo esto sumado a que la canasta familiar, a su vez, también está más pesada (no en cantidad sino en precio) y el nivel de los salarios no incrementan lo suficiente, se traduce generalmente en reducciones en las ventas. Esta es la constante queja de los comerciantes de este sector.
Como se verifica en el cuadro, realizado a partir de sondeos en supermercados de Asunción, la carnaza de primera se consigue a un promedio de 28.000 guaraníes el kilogramo, luego de haberse encarecido en 3.000 por kilo. La de segunda se incrementó en 2.000 guaraníes hasta ubicarse en el valor actual.
En el mismo rango de valores aumentó el precio de la carnaza negra y el peceto, en 2.500 y 3.500 guaraníes, respectivamente.
Mientras que en mayor medida se registraron los encarecimientos de la tapa cuadril, rabadilla, la paleta y carnaza blanca (que normalmente tienen el mismo valor), todos ellos en 4.000 guaraníes por kilogramo.
El lomito logró el incremento récord de 5.000 guaraníes en los últimos meses, mientras que el puchero de primera, registró una disminución de 1.500 guaraníes por kilo en los supermercados. Actualmente se consigue a 6.970 guaraníes por kilo, en promedio.
Todos estos valores fueron incrementándose progresivamente desde los primeros meses del año, pero en mayor medida entre mayo y agosto.
Los precios de referencia son solo un promedio, ya que hay mayores valores y menores, de acuerdo al supermercado y a la oferta y promoción del día.