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Días atrás nuestro diario accedió a la factura que abonó Petropar por la compra de gas licuado de petróleo (GLP) de YPFB y que desnudó que la estatal pagó un 60% más caro por el producto boliviano, si comparamos con las cifras iniciales de esta relación comercial, que data de setiembre último, con la primera licitación para la compra de Bolivia. La última factura (del 28 de diciembre) demuestra que a Petropar le facturaron US$ 454,250 por tonelada métrica del gas, en origen, superior en US$ 172 por tonelada métrica, también en origen, si comparamos con las cotizaciones iniciales que tuvo este vínculo comercial en sus inicios, apenas tres meses atrás.
Lo más llamativo de esta operación fue el procedimiento digitado por Petropar para favorecer a su homóloga, la estatal boliviana, ya que apuró una compra mucho más cara, por vía de la excepción, y cuyo requisito para su empleo es solo la emergencia. Según la ley de Contrataciones Públicas (N° 2051/03) artículo 33 inc. g) el causal de la excepción solo puede esgrimirse por “urgencia impostergable o razones técnicas”. Pero enfatiza en que la urgencia debe ser cierta, concreta, objetiva e inmediata y que esperar el resultado de la licitación podría ocasionar un grave perjuicio a los intereses públicos o cuando en el mercado existe un solo oferente capaz de satisfacer en forma adecuada las necesidades de la institución convocante. En la operación de Petropar se dio exactamente lo contrario, se perjudicó con una compra mucho más cara y no existía ninguna urgencia.
El presidente de Petropar, Eddie Jara, había dicho el jueves últimos a ABC Cardinal, que recurrió a la vía de la excepción para la compra de gas de YPFB, a pesar de que el producto fue más caro, por “un rumor”, de que supuestamente el sector privado no importaría el hidrocarburo, como medida para presionar a la estatal.
Ante esta declaración el titular de la Cámara Paraguaya del Gas, Pedro Balotta, negó enfáticamente dicha situación y descartó toda posibilidad de desabastecimiento. Incluso, apuntó, que el sector privado nunca dejó de importar el hidrocarburo, e incluso se surte también de Argentina, para diversificar la fuente de abastecimiento, y que contaban con más de 10 millones de kilos, un stock como para dos meses.
“Urgencia” para flete
Petropar también eludió las formalidades de una licitación pública internacional, que implica mayores controles entre otras exigencias, para contratar por excepción y también apelando a la “urgencia impostergable”, así como lo hizo en la compra del gas más caro de YPFB. Adjudicó a la boliviana Gas SRL, con sede en Santa Cruz. Esta contratación es un complemento a la cuestionada compra del gas en un 60% más cara que realizó Petropar días atrás de Bolivia, y que contrató por G. 2.340 millones, lo que implica US$ 130 por Ton., superior a los US$ 125 por Ton. que paga el sector privado también desde Bolivia, y todavía muy por encima de los US$ 35 por Ton. que representa el flete fluvial desde Argentina, que están realizando los emblemas privados, en donde definitivamente los precios son mejores.
Bolivia, principal proveedor
El propio ministro de Hidrocarburos y Energía de Bolivia, Luis Sánchez, informó esta semana que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) será el principal proveedor de GLP en el mercado paraguayo, según publica el diario Los Tiempos, con sede en Cochabamba, en su edición digital. Agrega que la estatal boliviana instalará una planta de distribución de gas en Paraguay, con lo que aumentará sus ingresos. Dijo también que se prevé la instalación de una planta de almacenamiento y otra de engarrafado y distribución de GLP. “Hay la posibilidad de hacer redes de gas en ciudades del Paraguay coom de Limpio, Concepción, Villa Hayes y San Pedro, y estudiar la provisión de gas donde se determinará el número de usuarios, prediseño de redes primarias y redes secundarias”.