Cargando...
Los trabajos para la maquinización del Yguazú, según el anteproyecto propuesto por la Nippon Koei Lac. Co. Ltd. del Japón, fueron divididos en cuatro etapas a través de dos licitaciones nacionales y dos internacionales.
A la fecha solo concluyó la primera etapa, que corresponde a los trabajos del lote 1 “Accesos y obrador” y que fuera adjudicada a la empresa TR Edivisa por un monto de 15.000 millones de guaraníes.
Además de la construcción de la villa para alojar a los trabajadores, y las oficinas administrativas para las constructoras que ejecutarán las obras principales, el paquete incluyó el empedrado del acceso de 16 km, incluida la construcción de un puente de hormigón de 108 m de largo y 3,55 m de ancho sobre el río Yguazú.
Fallas en el diseño vial
Según los pobladores de la zona, después de construida la pasarela y desde su entrada en servicio y por ser muy angosta, ya se registraron tres accidentes, dos de ellos protagonizados por camiones cuando se encontraron con poco espacio para maniobrar sobre el puente.
El lugar por el que los camiones cayeron al río se visualiza por la falta de las barandas de seguridad, debido a su rotura (y que a la fecha permanecen sin reparación).
Quizás debido a estos accidentes los técnicos de la consultora japonesa Nippon Koei recién habría caído en la cuenta que un ancho de tablero de 3,55 m dificultaría el paso de los equipos pesados hacia el obrador, incluidas las maquinarias agrícolas que trabajan en las colonias de la zona, como cosechadoras, trilladoras, etc.
Curva peligrosa
Incluso un vecino relató que uno de los accidentes habría sido consecuencia de otros errores en el diseño vial. En efecto, cabe señalar al respecto que una de las cabeceras del puente se encuentra a 450 m de una curva cerrada, que sumada a una pronunciada pendiente (porque el puente se encuentra en una hondonada) habría provocado que el camión que bajaba no pudiera detenerse a tiempo y se encontró con el otro que salía del puente, y que además ese día la calzada estaba mojada por lluvia.
Esta “chambonada” en el diseño vial se hubiese podido solucionar aumentando el radio de la curva y despejando parte de la vegetación para crear un triángulo de visibilidad.
Falta de señalizaciones
También llama la atención que en las cabeceras no se hayan colocado señales indicando que el puente es angosto, como es usual en estos casos (según normas internacionales), para alertar a los conductores debido a que por lo general todos esperan que puentes y calzadas tengan el mismo ancho.
A estos problemas habría que sumar que, a la falta de banquinas que presenta el empedrado, la entrada al puente se vuelve más crítica por su estrechez.