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Tuvieron que pasar cinco años para concluir la construcción del Centro Integrado de Frontera en Infante Rivarola.
Por fin se habilitó el funcionamiento del complejo. El lunes pasado se instalaron en Infante Rivarola funcionarios de Aduanas y Migraciones de Bolivia.
El funcionamiento en un mismo sitio de Aduanas y Migraciones permite dotar de mayor eficiencia el servicio que reciben los usuarios en la frontera con Bolivia.
El movimiento en Infante Rivarola no es intenso pero sí muy importante para nuestro país: Paraguay se abastece de gas boliviano y los camiones transportadores ingresan a nuestro territorio por este punto.
De hecho, en Infante Rivarola funciona el único paso aduanero con Bolivia.
A la importación de gas se suma la exportación de diversos productos paraguayos con destino al mercado boliviano: desde colchones hasta medicamentos, pasando por un sinfín de mercaderías con alto valor agregado.
En el lado boliviano una empresa privada tiene el ambicioso proyecto de crear una ciudad fronteriza; el loteamiento de una fracción de 1.500 hectáreas se lleva adelante.
Nuestros vecinos tienen la iniciativa en el proceso de integración entre localidades vecinas: entre el miércoles y jueves último se realizó la primera feria productiva y artesanal en homenaje a la Virgen de Caacupé.
Productores de la cañada Bolívar, localidad ubicada 5 kilómetros antes de Infante Rivarola, recibieron a sus pares del Chaco Central.
ANNP sin presupuesto
El edificio fue construido por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones; la administración es responsabilidad de la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP).
El problema es que la ANNP no tiene presupuesto para asumir el mantenimiento del Centro Fronterizo; esto explica los problemas que se enfrentan en el lugar.
Basta con mencionar como ejemplo que no siempre se dispone de agua suficiente. Hace un par de días volvió a quemarse el motor del tanque de agua y no hay dinero para su reparación.
En el puesto hay dos administradores de la ANNP pero ningún personal de limpieza; la contribución de los funcionarios permite pagar a una señora del lugar para limpiar el lugar.
Un convenio entre el MOPC y la Dirección Nacional de Aduanas podría permitir que mejoren las condiciones de vida de los funcionarios en la frontera.
Tema energía, grave inconveniente
Los funcionarios bolivianos cumplen su horario en el Centro de Frontera pero el descanso lo realizan en su territorio: tienen energía eléctrica, internet y suministro de agua constante.
Infante Rivarola recibe electricidad de Mariscal Estigarribia, pero el suministro sufre cortes frecuentes.
Pueden pasar cuatro o cinco días sin electricidad, esto quiere decir que no se cuenta con agua porque la bomba no puede funcionar.
Entonces se tiene que pedir socorro a la empresa que tiene a su cargo la reparación del tramo caminero Infante Rivarola-La Patria.
Lo peor es que no pueden funcionar los sistemas informáticos del servicio de aduanas. El resultado es que los vehículos deben quedar cuatro o cinco días en la frontera esperando que vuelva la luz en el lado paraguayo.
En procura de paliar este inconveniente, Bolivia dará un aporte de 50.000 dólares para que su energía eléctrica se pueda usar en los días de corte del suministro.
Por fin funciona el centro fronterizo pero Paraguay no cumple como anfitrión.
roque@abc.com.py