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El Pilcomayo rompió el improvisado dique que se levantó en el lecho del canal artificial paraguayo.
El muro se construyó con la intención de evitar que ingrese a nuestro territorio y así dar oportunidad a trabajar en su lecho.
Finalmente, el pasado miércoles 27 el río ingresó en nuestro canal. En este momento se escurre hacia la cañada La Madrid.
La entrada de las aguas tendría que ser motivo de algarabía para los pobladores, luego de ocho meses de sequía, pero en realidad genera temor e incertidumbre.
Nirma Servín, titular de la Comisión de Pobladores del Pilcomayo, explicó que “el canal paraguayo no está preparado para recibir las aguas. Esa es la realidad”.
Agregó que “hay puntos que están convertidos en inmensos arenales y el agua se dirige hacia estos lugares. Podemos mencionar por ejemplo la localidad de Margariños”.
Al entrar en detalles explicó que “el problema se tiene cuando el agua llega y choca contra la arena que está depositada en el lecho. El sedimento actúa como un muro y termina por desviar el agua”.
Dijo además que “en estas condiciones es imposible saber qué rumbo tomarán las aguas. El río rompe la ribera en aquellos puntos más frágiles y entra en el campo”.
“Una vez que entra en el campo –siguió diciendo– ya no hay forma de saber qué podría pasar. Pueden morir animales, las pasturas se destruyen y dependiendo de su caudal puede poner en peligro la vida de los pobladores”.
Importancia de las aguas
Reconoció que necesitan las aguas del Pilcomayo: “Claro que se necesita el agua. El agua es vida. Pero los trabajos para recuperar el río se tienen que llevar a cabo en forma planificada, con un cronograma que permita tener las aguas en tiempo y forma”.
“Sin agua no se puede hacer nada, es imposible pensar en actividades productivas. Nosotros, los pobladores del Chaco, necesitamos del Pilcomayo porque sus aguas permiten que sigamos viviendo en una tierra que amamos”.
Nirma Servín dijo que “es muy posible que en Asunción se tenga el convencimiento de que lo importante es que el río ingrese sin importar cómo, pero no es así. El Pilcomayo puede ser muy violento y causar un gran daño”.
Para evitar el impacto negativo que puede llegar a generar pide que las autoridades del Ministerio de Obras Públicas y la Comisión Nacional del Pilcomayo hagan su trabajo en forma.
Recordó que van tres años sin que se prepare el canal paraguayo para captar aguas. “El río tiene su tiempo y cualquier actividad tiene que adaptarse a la naturaleza: la limpieza se debe hacer en forma anual, entre mayo y fines de noviembre. Luego vienen las lluvias y ya es imposible el ingreso de maquinaria para retirar el arenal”.
Este año los trabajos apenas están comenzando en forma tardía. Ya se tienen los repuntes de caudal y las lluvias que no paran. Es decir, tiempo perdido.
roque@abc.com.py