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Dijo que debe emprenderse sin más demora la construcción de la segunda embocadura, que según técnicos de la comisión, está prevista a unos 5 kilómetros aguas abajo de la primera embocadura.
“Esta obra es también de vital importancia para nuestro país, porque con ella se podrá asegurar la entrada de agua a territorio paraguayo a lo largo del año, teniendo en cuenta que una sola embocadura no es suficiente debido a la constante acumulación de sedimentos, como ha ocurrido en todos estos años”, expresó Cardozo.
Sugirió la realización de un plan de contención de sedimentos, y que ello debería ser un trabajo binacional para la construcción del dique de contención parecido al “bañado de las estrellas”. Así se podrá dividir la cantidad de agua en forma equitativa (50/50) para Argentina y Paraguay, y que sean aguas limpias para una actividad agropecuaria sustentable equilibrada con la producción y el medio ambiente.
“Solo con un dique, ambos países podrán administrar conjuntamente la gran cantidad de sedimentos arrastrados por las aguas en su extenso recorrido desde las cuencas altas de Bolivia”, apuntó.
Recalcó que el comportamiento del Pilcomayo debería ser considerado prioritario, teniendo en cuenta la enorme importancia que representa para la exuberante biodiversidad chaqueña, y la vida de muchas poblaciones autóctonas de la zona.