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El Estado gasta millones de guaraníes en las fiestas de fin de año en la compra de canastas navideñas y en numerosas ocasiones adjudica su provisión a empresas que trabajan con panificados importados (pan dulces, budín inglés, etc.).
La idea es que esos llamados exijan que los productos sean de origen local, así como se consiguió en el área de los lácteos con los programas de nutrición y merienda escolar, sostienen.
El presidente del CPPF, Ramón Villalba, resaltó la necesidad de que el Estado apoye a este sector económico, teniendo en cuenta que el 95% de las panaderías son micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes).
Según los datos del gremio, solo en Asunción y Gran Asunción hay 5.000 panaderías y, en promedio, en cada una de ellas trabaja seis personas, por lo que cerca de 30.000 compatriotas dependen directamente de la panadería.
Además, la industria local puede proveer productos económicos hasta variedades especiales de panificados, como pan dulce con chocolate y almendras o similares. Todo lo que se importa hoy se fabrica también en el ámbito local.
Otras licitaciones
Pero no solo las licitaciones para compra de canastas navideñas deberían pedir panificados nacionales, agregó Villalba, sino también en todas las compras de las instituciones públicas. Por ejemplo, prácticamente todas las entidades realizan compras de comidas para eventos; en esos casos también debería pedirse solo panificados de origen local, indicó.
Añadió que en el caso de la merienda escolar y otros programas de nutrición similares, incluso se podrían hacer sus adquisiciones por zonas. Por ejemplo, para la provisión a las escuelas de un barrio específico podrían competir las panaderías de ese mismo lugar, de modo que la adjudicada suministre productos frescos y, a la vez, se emplee a numerosos compatriotas.
Según lo subrayado por el titular del CPPF, la respuesta del gobernador Lanzoni fue positiva, ya que mostró apertura y se comprometió a apoyar a la industria nacional en general y al sector panadero en particular.