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Dos polémicos procesos de compra cerró Petropar en un mismo mes: diciembre. Y en ambos casos, con significativas variaciones en la cotización del premio por el gasoil. Uno de ellos fue realizado con base en el Decreto N° 5520/16, que permite a los entes públicos eludir trámites formales de una licitación, y en el que Lukoil le exigió un precio de premio de 1,5 centavos de dólar por galón (cpg). El premio es lo único que se discute en una compra, y se refiere al margen de ganancia pretendido por la proveedora, y en cuanto a la cotización del combustible se utiliza la referencia internacional Platt’s.
El otro proceso de Petropar fue realizado también en diciembre y con todas las formalidades exigidas por la Ley de Contrataciones Públicas, en el que las proveedoras Glencore y Trafigura cotizaron un premio para el gasoil de solo 0,71 cpg (un 111% más barato que el de Lukoil).
Stock para 3 meses
Cuando se realiza una compra directa, eludiendo los procedimientos exigidos por la ley, al menos debería justificarse por la obtención de un mejor precio o, en su defecto, por razones de fuerza mayor, lo que en el caso de Petropar no sucedió.
En diciembre último, cuando la estatal cerró estas dos compras tenía en sus tanques un stock suficiente como para cubrir la demanda de 3 meses, según un documento interno sobre el parte diario del movimiento de producto, con fecha de la primera quincena. En el documento se evidencia que la estatal contaba con gran stock, de 150.379 m3 (150.379.000 litros), lo cual es revelador, ya que no justificaría la compra.
Al respecto, consultamos anoche al titular de Petropar, Eddie Jara, por qué cerraron dos compras si tenían stock de gasoil para 3 meses. Él confirmó que sí poseían ese volumen, y argumentó que la adquisición de Lukoil (en forma directa) no fue realizada por urgencia, sino porque era “una compra excelente para ese momento”.