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La ley de Contrataciones Públicas exige a las empresas del Estado que ante las transgresiones del contrato de suministro por parte de proveedores o contratistas, las contratantes deben denunciar a las firmas infractoras e iniciar el proceso de inhabilitación para seguir contratanto con el Estado.
Sin embargo, Petropar no solo fue complaciente con la proveedora Trafigura BV, que le suministró más de 5 millones de litros de gasoíl basura, de hasta 6.700 ppm (partículas de azufre por millón), a pesar de que el máximo admitido por las normas es de 2.500 ppm, sino que siguió contratando a la misma, en abierta complicidad y en detrimento de los intereses nacionales. Antes que denunciarla e iniciar el proceso de inhabilitación por su grave trasgresión de las especificaciones técnicas del combustible, las compras siguieron como si no hubiera pasado nada.
Este tipo de gasoíl basura es considerado cancerígeno para seres humanos por organismos internacionales.
Escobar, presidente de Petropar, terminó reconociendo dicho ingreso ilegal, pero adujo que le aplicaron multas, sanción que no corresponde a la gravedad de la irregularidad cometida, pues lo que debió hacer fue denunciarla por su incumplimiento e inhabilitarla ante la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas, según exige la ley.
De acuerdo con la auditoría independiente practicada por la consultora “Gestión Empresarial” (GE), convocada por la Unidad de Monitoreo de Empresas Públicas (UMEP), dependiente del Ministerio de Hacienda, en el ejercicio 2012 Petropar registra facturas vencidas con proveedoras del exterior. Entre las mismas se encuentra Trafigura BV, la misma que le vendió el gasoíl altamente cancerígeno, y a la que le adeuda, solo en concepto de interés por demora e interés moratorio G. 2.930.520.166 (saldo vencido al 31 de diciembre de 2012).
¡Envenena y encima les debemos!
Es decir, además de entregar gasoíl basura y de envenenar el aire que respiramos, les estamos adeudando cerca de US$ 700.000.
Menciona el informe que también se le adeuda a Vitol SA, en concepto similar de interés por demoras
G. 1.288.068.298, saldo igualmente vencido al 31 de diciembre, al igual que la empresa Trafigura BV, totalizando así un “clavo” de G. 4.218.588.464, que supera el millón de dólares, que dejará la petrolera al próximo gobierno, solo con relación a intereses varios.
LA CORRUPCIÓN QUE MATA
La corrupción en nuestro país, vía Petropar, ya no solo esquilma los fondos públicos, sino que ahora también incorpora un funesto agregado: la muerte. Con la “nueva” modalidad de robo, a través de la importación de un gasoíl con altísimo contenido de azufre, considerado cancerígeno para los seres humanos, la corrupción ya se torna criminal. Y por si fuera poco, existe una total impunidad.
Quizá los grandes beneficios repartidos entre las autoridades de turno, tanto de la era Lugo como de la actual, expliquen semejante inacción. Franco incluso llegó a poner al principal responsable de la importación del gasoíl cancerígeno como “ejemplo”, “orgullo” y “modelo” de funcionario público.