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A través de decretos y resoluciones dictados en el actual gobierno, como ser los decretos N° 2999/15 y N° 3324/14; N° 2436/14 y las resoluciones N° 499/15; 1067/15 y 430/16, tanto el Ministerio de Industria y Comercio (MIC) y Petropar obligan a las distribuidoras de combustibles y plantas de almacenamiento privadas, a comprar exclusivamente de Petropar, con lo que se concreta el monopolio parcial en el gasoil tipo III (común), nafta “económica” y gasoil bunker. Y no solamente se restringe la capacidad de importación de las empresas privadas en su conjunto, en un 50% del volumen total de los combustibles citados, sino que además se le otorga arbitrariamente un cupo de importación específico a cada uno de los emblemas, sin llevar en cuenta los volúmenes comercializados por las mismas, ni el crecimiento del mercado, de contramano con la libertad de concurrencia.
¡Petropar decide quién puede importar!
En contrapartida, se le concede a Petropar la potestad de decidir qué empresa y en qué volumen puede importar los combustibles cuya importación no es libre desde que este Gobierno le concedió el monopolio parcial a Petropar.
Con este escenario, Petropar es el que puede restringir “a su gusto” la capacidad de importación de sus principales competidores, generando una competencia desleal en el mercado, con un marco legal preparado exclusivamente para favorecer a uno solo de los competidores, que en este caso es la petrolera estatal.
Esta situación igualmente se presta a potenciales hechos de corrupción, porque la petrolera estatal tiene la atribución, con este escenario normativo, para la aprobación o no de los pedidos de licencias previas de importación solicitados por cada uno de los emblemas, y que deben ser concedidos por el MIC, una vez aprobados por Petropar. Esta “autorización” se concede tras informar la petrolera estatal si el emblema privado que pide autorización para importar adquirió o no el volumen exigido por los cuestionados decretos (que corresponde al 50%).
Forzaron a firmar contratos
El MIC, a través de restricciones en el otorgamiento de las licencias previas de importación, sin que exista causa justificada, obligó a las empresas distribuidoras de combustibles y plantas de almacenamiento y despacho, a firmar contratos de compra en los combustibles citados, en el que la estatal tiene la prerrogativa del monopolio parcial.
La última empresa en “aceptar” la firma fue Petrobras Paraguay, quien fuera objeto de 9 meses de una e inédita persecución por parte de las autoridades nacionales, especialmente del Ministro de Industria y Comercio (MIC), sin que se le permita incluso descargar de las barcazas los combustibles que importaba, en un escenario que atenta incluso contra una garantía que otorga nuestra carta magna, en cuanto a la libertad de concurrencia y la libre circulación de productos, artículos 107 y 108, respectivamente, de la Constitución Nacional.
Sugestivos contratos
Petropar igualmente tiene atribución para negociar en forma individual la firma de contratos con empresas privadas (distribuidoras y plantas de almacenamientos) por volúmenes y plazos diferentes para cada una de ellas, lo que genera sospechas sobre eventuales hechos de corrupción que puedan generarse con esta potestad que le otorga el Gobierno, a pesar de haber sido el ente petrolero estatal protagonista de innumerables hechos de corrupción en su historia, que se remonta a la era Repsa. Al respecto, Petropar benefició a algunas plantas de almacenamiento con contratos por volúmenes inferiores a los que vende, y en otros casos, a pesar de haber incumplido total o parcialmente los acuerdos igual obtienen el informe favorable de la estatal para que el MIC les conceda las licencias de importación: ¿Coima?
“EFICIENTE” POR DECRETO
El titular de Petropar, Eddie Jara, informó ante un gremio días atrás, que la petrolera estatal “mejoró” su rentabilidad, sin hacer mención que se trata justamente de los combustibles en el que la estatal tiene el monopolio parcial, en virtud de decretos y resoluciones, que atentan contra el libertad de concurrencia, garantizada por nuestra Constitución Nacional. En el cuadro que se acompaña, puede apreciarse que los ítems que le ayudaron “a mejorar”, en un 78% de los ingresos brutos, se encuentran el gasoil tipo III (común), nafta económica y gasoil bunker, beneficiados con un marco legal preparado exclusivamente para Petropar, con el guiño del MIC. Es decir, es “eficiente”, pero por decreto.
nsanchez@abc.com.py