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Aunque los detalles aún no están publicados en el portal de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP), donde se podrán ver desde hoy, tras los tres días de plazo “para la verificación del proceso”, los informes recabados indican que Petropar ya adjudicó la millonaria licitación de la subasta a la baja electrónica Nº 13/2015 para la contratación de una “firma especializada para el apoyo en gestión de recursos humanos”.
El mecanismo utilizado violaría la Ley de la Función Pública, pues con la figura “de la tercerización” la empresa contratada sería la “encargada” de seleccionar e ingresar a los empleados que vaya a contratar Petropar, que serían específicamente playeros, supuestamente, para sus nuevas estaciones de servicios. Sin embargo el trasfondo, según fuentes confiables de la entidad, sería “blanquear” a los “mimados” de la administración de Rómulo Campos Krauer que figuran actualmente como “pasantes” y que con este mecanismo pasarían a engrosar la ya abultada planilla de personal de este ente prebendario.
La adjudicada
La firma que presentó la “segunda mejor oferta” terminó siendo adjudicada (hasta ahora no se sabe por qué). Se trata de Dynamus Marketing Promocional SA (DYSA), con G. 16.090.000.000, representada por su presidente, Rodolfo Teodoro Fiegelist Nielsen, y el accionista Fernando Augusto Ponce Icaza.
Petropar no precisa desembolsar este millonario monto, atendiendo a que aún ni siquiera existen las estaciones de servicios en donde supuestamente trabajarán estos “playeros”. Es más, el titular del ente, Campos Krauer, había dicho a medios radiales que la entidad tiene 27 estaciones de servicios y que esta “megalicitación” es para cubrir dichos puestos con el personal a contratar en esta licitación. Sin embargo, la estatal posee apenas dos estaciones de servicios, una en Villa Elisa (Central) y otra en Troche (Guairá), únicas de su propiedad, mientras las demás 25 son de operadores independientes, es decir, nada tienen que ver con la estatal, ya que ellos manejan su administración así como el ingreso de empleados. Con solo esta mentira ya se desmorona “el argumento” esgrimido por Campos Krauer para tratar de justificar la millonaria e innecesaria contratación. Intentamos hablar con Campos, pero no atiende nuestras llamadas. Asumió esta actitud desde que ventilamos las millonarias contrataciones que hace a sus amigos y excompañeros de la Shell.