Cargando...
María E. González salió al paso de las declaraciones del titular del ente monetario central, Carlos Fernández Valdovinos, quien atribuyó la responsabilidad de la gestión “no feliz” en la licitación de los billetes a los gerentes destituidos. La funcionaria contó que el directorio ya fue advertido en abril del año pasado sobre los riesgos de una licitación “apresurada”, y descartó su responsabilidad en la polémica megalicitación, donde estaban en juego casi US$ 29 millones.
“El presidente del BCP olvidó de contar que esto se inició en el 2015, cuando mediante notas pedíamos (con Sixto Morínigo, exgerente de operaciones) más tiempo para analizar las medidas de seguridad, ya que no había tiempo suficiente para realizar los cambios sugeridos”, señaló en la entrevista con ABC.
La semana pasada, González fue removida por este caso de la subgerencia de operaciones financieras. Anteriormente estuvo al frente de la Dirección del Fondo de Garantía de Depósitos y encabezó el equipo de diseño del Sistema Nacional de Pagos Electrónicos del BCP.
Según González, que es especialista en el tema, para modificar cualquier esquema en los billetes se necesitan por lo menos tres años para cumplir con los requisitos técnicos, por lo que sugirió que si se iban a mantener los plazos de la licitación, no se modifiquen las especificaciones.
Pese a estas advertencias, primó el pedido de la Tesorería, que estaba a cargo de Andrea Monti (también removida) y el llamado se hizo en noviembre de 2015. Luego vinieron las denuncias sobre posible direccionamiento, que se canalizaron a través de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP), entre enero y febrero de 2016.
Cantidad récord
Esta licitación era para la provisión de 500 millones de billetes (200 millones de G. 100.000; 100 millones de G. 50.000; 80 millones de G. 20.000; 70 millones de G. 10.000, y 50 millones de G. 5.000), lo que representa una cifra récord, pues en la anterior licitación se proveyeron solo 78 millones de billetes. La provisión era para 5 años aproximadamente.
Finalmente, el directorio del Banco Central optó por cancelar la sospechosa licitación (que no se llegó a adjudicar) el pasado 1 de marzo, alegando apenas dudas sobre la existencia de patentes de las medidas de seguridad y la escasa participación de oferentes.
En la licitación frenada se habían presentado dos oferentes, una de ellas solo para la provisión de billetes de G. 5.000 (Canadian Bank), representado por Augusto Bedoya, y la empresa francesa Oberthur Fiduciaire, representada por Automotores y Maquinarias SAECA, que planteó ofertas para todas las denominaciones.