Cargando...
Los datos brindados ayer indican que el 85% de las empresas paraguayas son familiares, pero sólo el 15% de ellas llegan a la tercera generación. Las cifras son alarmantes, considerando que estas firmas son responsables del 60% del Producto Interno Bruto (PIB) en el país, por lo que el desafío de la subsistencia es un tema importante para nuestra economía, según lo explicado.
Pero esta realidad no es sólo de Paraguay, sino que se replica en toda Latinoamérica, según describió Martín Guezuraga, consultor de negocios y uno de los docentes que dictó un diplomado en nuestro país sobre empresas familiares en la Universidad Americana (UA). El emprendimiento se realizó en el marco del proyecto “Transferencia de conocimientos Sur-Sur”, financiado por el BID y encarado por la Universidad Siglo 21 de Córdoba (Argentina) y la UA.
También enmarcados en programas afines, varias empresas realizaron un proceso de protocolo familiar en sus compañías y contaron anoche su experiencia y los resultados. Dijeron que varios son los problemas que enfrentan este tipo de organizaciones y que el protocolo redunda en beneficio de la profesionalización, pues aporta reglas claras que se deben respetar, “sin sentimentalismos”. Además, se logra transparentar los procesos y “poner las cartas sobre la mesa”, incluso sobre temas sensibles que a veces no son tratados por los miembros de las familias, como salarios, ingresos, blindaje patrimonial, pérdidas, familiares consanguíneos o no sanguíneos, etc.
Guezuraga señaló en ese sentido que es fundamental lograr la supervivencia de las empresas más allá de la tercera generación.
Todas estas iniciativas lo que buscan es dotar de herramientas para las empresas, para que esta trascendencia de generaciones pueda suceder.
Ocurre que las terceras generaciones pierden interés, no se interiorizan o bien, los fundadores no acaban de delegar. Con estos programas presentados anoche, se busca abordar esta problemática, pero también otros temas relevantes que están postergados en la agenda.
“Por ejemplo, empresas con diversidad, donde haya conversación de género, cuál es el rol de la mujer dentro de la organización y si tiene espacios de decisión. Qué hacemos con la cuestión de la diversidad y de la inclusión. En Paraguay hay un programa que trata de incluir exconvictos a las organizaciones. Son muchas conversaciones que hay que tener para que estas organizaciones sean más sólidas”, puntualizó el especialista.