Paraguay puede comprar toda su energía y venderla a Brasil y Argentina, insisten

No hay impedimento en los Tratados de Itaipú y Yacyretá para que Paraguay compre toda su energía y la venda en los mercados de Brasil y Argentina, reiteraron los ingenieros Javier Villate y Robert Cano.

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La venta de la energía que no se consuma localmente puede realizarse por intermedio del Comercializador Nacional de Energía de las Binacionales (Conebi), cuyo anteproyecto de ley transita la fase de socialización.

La exposición de Villate y Cano sobre el anteproyecto, en el local del Centro de Regulación, Normas y Estudios de la Comunicación (Cerneco), convocó a los integrantes del grupo impulsor “Acuerdo País”, liderado por el profesor ingeniero Carlos Peralta, que había sido creado con la intención de formular propuestas y pedir compromisos a los candidatos a la Presidencia de la República, así como a otros cargos públicos electivos, de cara a las elecciones nacionales del 22 de abril próximo.

El ingeniero Villate enfatizó que nuestro país pierde US$ 50 millones de dólares por cada mes que deje pasar debido a la inacción de sus administradores de turno.

La cesión es opcional

Añadió que la figura de la cesión “es opcional, un acuerdo voluntario” por el que los gobiernos paraguayos siempre optaron, “por comodidad”.

En otras palabras, eligieron ceder su derecho de adquisición en Itaipú, autorizando a la entidad binacional que la entregue al Brasil a cambio la “compensación”.

“Estamos perdiendo un ingreso anual estimado de US$ 600 millones, o US$ 50 mensuales, por no ejercer nuestro derecho de adquirir la energía que está garantizada su disponibilidad para el Paraguay”, explicó.

Entre los “eventuales beneficios” de esta decisión, Villate apuntó igualmente una importante reducción de las tarifas eléctricas para nuestro país, porque “contrataríamos, por primer vez, toda la energía superior a la garantizada, que es ocho veces más económica que la energía garantizada”.

Incluso le puso números a este beneficio: “Esta reducción sería en el orden del 50% respecto de la actual, que podría ayudar a acelerar el consumo local por medio de más fuentes de trabajo, de nuestra disponibilidad en ambas binacionales”.

No debe esperarse hasta el 2023

A su turno, el ingeniero Cano sostuvo que “no es necesario esperar el 2023 para implementar este plan, así como no es necesario ninguna modificación de los Tratados, que será una tarea difícil que mayormente se desarrollará en el ámbito diplomático, pero los beneficios eventuales justifican sobradamente el esfuerzo, que debe ser una causa nacional por el impacto que tendrá en nuestro desarrollo”, fundamentó.

Añadió que los señores James Spalding y Carlos Mateo Balmelli indicaron años atrás que nuestro país no tiene ningún impedimento para concretar la operación de referencia.

Cano explicó también que, así como tenemos un bono demográfico decreciente y limitado, tenemos un “bono energético limitado y que va disminuyendo rápidamente sin que lo podamos aprovechar porque los paraguayos no nos ponemos de acuerdo”.

Asistieron a la exposición José Altamirano, exministro de la Corte Suprema de Justicia; los ingenieros Juan José Barrail y Guillermo Krauch, de la ANDE, representantes de universidades privadas, de la industria, etc.

Pierde US$ 50 millones

La figura de la cesión en los tratados es un acuerdo voluntario que los gobiernos paraguayos de turno, por “comodidad”, siempre eligen, apunta el ingeniero Javier Villate. Debido a esto, el país está perdiendo un ingreso anual estimado de US$ 600 millones, o de US$ 50 millones mensuales; “porque no ejerce su derecho de adquirir toda su energía”, añade.

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