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La referida consultora con sede en Washington, EE.UU., acaba de publicar su Reporte Global Emotions 2018, en que se resalta la puntuación de Paraguay, que con 85 puntos de 100 lidera nuevamente el ranking de “emociones positivas” o de “países más felices” en el mundo, seguido de Colombia, El Salvador y Guatemala.
De acuerdo con el resultado de la encuesta 2017, de los 12 países con las valoraciones más altas en ese índice, a nivel mundial, ocho resultaron ser latinoamericanos, de los cuales cuatro ocuparon los primeros lugares, con nuestro país a la cabeza.
En una comunicación con ABC desde Washington, Gerver Torres, consultor de investigación de la empresa Gallup, explicó esta particularidad de los latinos, en que existen determinantes culturales en estos resultados que reflejan una forma optimista y positiva de aproximarse y ver la vida, capaz de trascender hasta cierto punto los factores materiales y económicos con los cuales hemos de lidiar en nuestra vida cotidiana.
El experto destacó que parte de estos rasgos se identifican plenamente en el Paraguay, pese a ser una nación pequeña, con poco más de siete millones de habitantes.
El índice de experiencias positivas se encuentra altamente relacionado con las percepciones que la gente tiene sobre sus estándares de vida, sus libertades personales y la presencia en redes sociales. La encuesta incluyó preguntas sobre cómo se sintieron en el último año, si están bien descansados, si son respetados, si comparten momentos de risas, si disfrutaron y aprendieron algo interesante.
El estudio de Gallup también abarca las emociones negativas, donde, contradictoriamente, los latinos también se llevan las primeras posiciones, a excepción de nuestro país que tiene la puntuación más baja en la región en este aspecto. El índice de experiencias negativas incluyó preguntas sobre si sintieron mucha rabia, estrés, preocupación, tristeza y dolor físico.
Buen clima en negocios
Para Stan Cannova, analista de inversiones de Paraguay, la percepción de ser un pueblo “feliz” trae la consecuencia positiva de una mayor predisposición a consumir, lo que favorece la economía. “Considerar una población como estresada/ depresiva no da mucho augurio respecto a un éxito de un proyecto comercial”, explicó Cannova. Agregó que ya no es secreto que el extranjero –especialmente de países anglosajones– aprecien la forma de ser de los paraguayos. También se puede entender que hay resiliencia de los paraguayos ante las dificultades.
“Si bien estos aspectos no pueden expresarse en una proyección matemática ni en un balance, son buenas noticias para las factibilidades de resultas de metas de consumo dentro de un mercado”, afirmó el profesional. Eso, a diferencia de países que están lidiando con factores como la guerra, epidemias, crisis agudas en sus economías, que da como resultado claro que cualquier proyecto que se presente difícilmente logre una buena aceptación, dijo finalmente el analista.