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- ¿A qué atribuye que el gobierno de nuestro país no asuma una actitud más reivindicativa de sus recursos naturales con relación a sus socios en Itaipú y Yacyretá, Brasil y Argentina?
- El Paraguay es un país muy rico, tiene sobrados recursos económicos para ofrecer a su pueblo y con ello iniciar un proceso de desarrollo social y económico. Tiene abundante tierra fértil. Tenemos tres hidroeléctricas y hay posibilidades de otros emprendimientos. Pero qué pasa: Paraguay no dispone de esas energías. Perdió su soberanía tanto en Itaipú como en Yacyretá, porque la energía se vende a un precio muy por debajo del precio del mercado internacional. Si Paraguay hace valer su soberanía y su derecho en esas hidroeléctricas, no necesitaremos hacer préstamos internacionales para el desarrollo.
- ¿Considera justos y suficientes los beneficios, incluidos los royalties y compensaciones, que nuestro país recibe de Itaipú y Yacyretá, centrales hidroeléctricas en las que es propietario condómino en partes iguales?
- ¡Pero de ninguna manera! Creemos que no recibe nada, y lo que recibe lo hace de manera irregular, dolosa, porque no tenemos auditoría, ni siquiera se ingresan esos recursos por canales normales. Ahora bien, sabemos que el precio del petróleo llegó a más de 60 dólares el barril, con la tendencia a seguir subiendo, mientras que la energía eléctrica que el Paraguay, a través de Itaipú, exporta al Brasil es superior a 3.000 millones de dólares año, y Yacyretá está en orden de 500 millones de dólares año. La energía paraguaya exportada al Brasil vale ese precio en el mercado y Brasil no la puede sustituir a menor valor. Sin embargo, los beneficios que Paraguay recibe son menos de 250 millones de dólares año. Hay una gran diferencia.
En Itaipú la fijación de una tarifa por debajo del costo es de 1985 y 1996, y eso dio origen a una deuda espuria. Brasil le pidió al Paraguay que le vendiera la energía, y Paraguay le concedió en forma espuria una rebaja, que es ilegal y seguirá siendo ilegal. Esta deuda espuria vencida de 4.193 millones de dólares, según datos de la propia Itaipú, fue generada en el 98 por ciento porque las empresas eléctricas brasileñas, Furnas y Eletrosul se negaron a pagar el costo del servicio eléctrico. La incidencia de esta deuda espuria en el pasivo de Itaipú seguirá vigente hasta la cancelación definitiva del pasivo del ente, en el año 2023, y de la forma en que se la introdujo en su pasivo, que es una de las peores formas, fue la más gravosa, se canceló primero el pasivo resultante de la deuda espuria con 4,1 por ciento de tasa de interés y, por otro lado, se acumuló la deuda más gravosa de 7,5 por ciento año de interés.
La ANDE sigue pagando estoicamente la deuda de Itaipú a la usuraria tasa de 12,7 por ciento año en dólares, desde todo punto de vista usuraria, mientras que Furnas y Eletrosul no pagan la deuda espuria que generaron en mucho mayor proporción. Esto demuestra que la gestión de Itaipú Binacional sigue en manos y dominios exclusivos de los intereses brasileños.
La tasa de interés que cobra la OPEP (Países Exportadores de Petróleo) por prestar el dinero que hoy abunda en el mercado es de apenas 2,5 por ciento año. Venezuela nos prestará al 2 por ciento año y la tasa comercial libor está en poco más de 3 por ciento año. Entonces, la pregunta es: ¿por qué Eletrobras nos ha cobrado una tasa del 12 por ciento en el 2004? ¿Por qué se admite que continúe la usura de Petrobras en Itaipú? Si nosotros logramos reducir esta tasa usuraria a 3 por ciento, el Paraguay podría duplicar sus beneficios. Es decir, a estos 250 millones de dólares ínfimos que estamos recibiendo, se podría agregar otros 250 millones de dólares para el presupuesto nacional.
CASO YACYRETA
En el caso Yacyretá, el senador liberal sostuvo que el problema de la deuda es también muy preocupante y que es más o menos igual al caso de Itaipú. Dijo que, según datos oficiales, al 31 de diciembre de 2003 la deuda de esta hidroeléctrica alcanzaba los 10.112 millones de dólares. De ese monto, el 90 por ciento es reclamado por el Gobierno argentino. Pero si se considera que la unidad Yacyretá fue puesta en operación con 13 años de retraso y con la generación de solamente el 60 por ciento de la potencia instalada, es claro que ha existido un gran abultamiento, un sobreprecio de la deuda de por lo menos del 40 por ciento de su monto actual. Este costo del atraso es por responsabilidad de Argentina, no de Paraguay. Entonces, la deuda es de solo 4.045 millones de dólares; no de 10.112 millones, como pretende Argentina.
Quiere decir que, solamente en esta materia, más de 6.000 millones de dólares es el monto de la estafa argentina al Paraguay en el emprendimiento Yacyretá. Significa casi el producto interno bruto (PIB) del Paraguay en un año. Con esto no necesitamos recurrir a préstamos extranjeros ni a créditos del Banco Mundial ni firmar acuerdos stand by que muchas veces no responden a los intereses nacionales. Por esta estafa es que somos un país muy rico con un pueblo pobre, sumamente pobre y necesitado. Porque nuestras riquezas son objeto de estafa por nuestros grandes vecinos y aliados. Por eso esta reunión puede ser un pivot para que podamos levantar de nuevo Urupabol.
- ¿Qué aspectos del Tratado deben modificarse para que la República del Paraguay reciba los beneficios que le corresponden de esas centrales hidroeléctricas?
- El préstamo y los intereses. No podemos seguir soportando esta deuda ilegítima. En el caso de Yacyretá, el 40 por ciento se realizó porque Argentina no empezó en su debido tiempo las obras, es espurio. Eso hay que descontar. Hay que revisar la situación de la deuda en las dos hidroeléctricas, empezando por el interés usurario que cobran y el precio de venta de la energía del Paraguay, que vende a un precio regalado, que no cuadra ni encaja dentro de los precios energéticos que hoy se cotizan en el mercado internacional.
- ¿Cree que el actual gobierno tiene estructurada una política, que aplica a través de representantes preparados y honestos, de defensa de los intereses nacionales en Itaipú y Yacyretá, o solo cumple órdenes de nuestros socios mayores, sean estos brasileños o argentinos?
- ¡De ninguna manera! Creo que hay una confabulación en el manejo doloso que se da en ambos emprendimientos. No hay honestidad de parte de los dos lados. Creo que hay una connivencia. La corrupción es internacional, porque ambas partes se ponen de acuerdo para que podamos sufrir el gran peso de la corrupción, y están robando al pueblo tanto dinero y tanta riqueza que tanta falta hacen a nuestro país.
- Con relación a las deudas de ambas binacionales, 19.000 millones de dólares en Itaipú y 12.000 millones en Yacyretá, consideradas impagables con la actual tasa de interés, ¿cree que debe haber una posición más definida de parte del Gobierno paraguayo?
- Tenemos que hacer un reclamo e incluir en una agenda de diálogo en el futuro.