Los factores más problemáticos para hacer negocios en nuestro país son la corrupción imperante, acceso al financiamiento, burocracia estatal, inestabilidad de la política pública y la fuerza laboral poco calificada. La presentación en detalle del informe anual del Foro económico mundial sobre competitividad fue presentado ayer por el Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (Cadep), que estuvo a cargo de Fernando Masi y Julio Ramírez.
Otros aspectos que frenan la capacidad de hacer negocios del Paraguay, según informaron, son la infraestructura inadecuada, regulaciones laborales restrictivas, ética laboral pobre de la mano de obra, crimen y robo, regulaciones impositivas, inflación, inestabilidad gubernamental, tasas impositivas y regulación de la moneda extranjera.
Cabe recordar que nuestro país aparece cada vez peor calificado en la clasificación sobre competitividad publicada anualmente por el Foro Económico Mundial al caer del puesto 102 (2005) al 106 este año, en una señal más de que el entorno macroeconómico, la calidad de las instituciones públicas y la capacidad de innovación y para implementar nuevas tecnologías, los tres criterios esenciales para confeccionar el ranking, son pésimos.
De acuerdo con el informe, las perspectivas de crecimiento económico en el mediano y largo plazo para el Paraguay son poco favorables por sus puntuaciones extremadamente bajas en términos de instituciones públicas y uso del gasto público como así también en infraestructura, capacidad profesional universitaria y eficiencia de los mercados.
VENTAJAS Y DESVENTAJAS COMPETITIVAS
En el mapa de competitividad global del Foro Económico Mundial, los factores con ventajas competitivas son la macroeconomía (tasa de cambio, finanzas públicas y la tasa del ahorro nacional), eficiencia de mercado (efectos tributarios). En tanto que los factores que muestran notables deficiencias son las instituciones públicas por la falta de credibilidad en la clase política, el favoritismo en las decisiones de gobierno, la falta de independencia del Poder Judicial y la ineficiente ejecución del gasto público. En cuanto a infraestructura, observan escasa calidad de la infraestructura física y comunicacional, mientras en la macroeconomía es notable la desventaja que muestra el spread de la tasa de interés.
En el campo de la educación superior y capacitación se notan desventajas en la calidad del sistema universitario, la capacidad docente y de investigación. En cuanto a la eficiencia del mercado, el país obtuvo baja calificación en el marco legal, cuadros profesionales diferenciales, efectividad de la política antimonopolio y disponibilidad de capital de riesgo.
La actualización tecnológica nacional no convence por la baja inversión extranjera y transferencia tecnológica, baja calidad del comercio y limitada innovación en materia de calidad de las instituciones científicas de investigación, disponibilidad de cientistas e ingeniero y protección de la propiedad intelectual.
RECOMENDACIONES
Para que nuestro país pueda incrementar su ubicación en el ranking de competitividad internacional necesita mejorar drásticamente la calidad de sus instituciones públicas, luchar contra la corrupción con resultados tangibles, construir un Poder Judicial independiente, invertir más en infraestructura, mejorar ostensiblemente el ambiente de negocios, reformar la educación superior e incorporar mayor tecnología e innovación en los sectores público y privado.
Otros aspectos que frenan la capacidad de hacer negocios del Paraguay, según informaron, son la infraestructura inadecuada, regulaciones laborales restrictivas, ética laboral pobre de la mano de obra, crimen y robo, regulaciones impositivas, inflación, inestabilidad gubernamental, tasas impositivas y regulación de la moneda extranjera.
Cabe recordar que nuestro país aparece cada vez peor calificado en la clasificación sobre competitividad publicada anualmente por el Foro Económico Mundial al caer del puesto 102 (2005) al 106 este año, en una señal más de que el entorno macroeconómico, la calidad de las instituciones públicas y la capacidad de innovación y para implementar nuevas tecnologías, los tres criterios esenciales para confeccionar el ranking, son pésimos.
De acuerdo con el informe, las perspectivas de crecimiento económico en el mediano y largo plazo para el Paraguay son poco favorables por sus puntuaciones extremadamente bajas en términos de instituciones públicas y uso del gasto público como así también en infraestructura, capacidad profesional universitaria y eficiencia de los mercados.
VENTAJAS Y DESVENTAJAS COMPETITIVAS
En el mapa de competitividad global del Foro Económico Mundial, los factores con ventajas competitivas son la macroeconomía (tasa de cambio, finanzas públicas y la tasa del ahorro nacional), eficiencia de mercado (efectos tributarios). En tanto que los factores que muestran notables deficiencias son las instituciones públicas por la falta de credibilidad en la clase política, el favoritismo en las decisiones de gobierno, la falta de independencia del Poder Judicial y la ineficiente ejecución del gasto público. En cuanto a infraestructura, observan escasa calidad de la infraestructura física y comunicacional, mientras en la macroeconomía es notable la desventaja que muestra el spread de la tasa de interés.
En el campo de la educación superior y capacitación se notan desventajas en la calidad del sistema universitario, la capacidad docente y de investigación. En cuanto a la eficiencia del mercado, el país obtuvo baja calificación en el marco legal, cuadros profesionales diferenciales, efectividad de la política antimonopolio y disponibilidad de capital de riesgo.
La actualización tecnológica nacional no convence por la baja inversión extranjera y transferencia tecnológica, baja calidad del comercio y limitada innovación en materia de calidad de las instituciones científicas de investigación, disponibilidad de cientistas e ingeniero y protección de la propiedad intelectual.
RECOMENDACIONES
Para que nuestro país pueda incrementar su ubicación en el ranking de competitividad internacional necesita mejorar drásticamente la calidad de sus instituciones públicas, luchar contra la corrupción con resultados tangibles, construir un Poder Judicial independiente, invertir más en infraestructura, mejorar ostensiblemente el ambiente de negocios, reformar la educación superior e incorporar mayor tecnología e innovación en los sectores público y privado.