Para limpiar 450 km de cauce la embocadura tiene que estar cerrada

Para este verano es imposible recuperar las aguas del Pilcomayo. La embocadura está completamente colmatada y los trabajos siguen sin comenzar en el sector. La alternativa razonable es mantener cerrada la boca de nuestro canal y trabajar en la limpieza de 450 kilómetros de cauce. El año ya se perdió por desidia del MOPC.

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Un inmenso arenal rodea a la embocadura del canal paraguayo en el Pilcomayo.

El Ministerio de Obras Públicas acaba de finalizar el proceso de licitación para la limpieza del canal paraguayo y su conexión con la cañada La Madrid.

Esto implica que las empresas que salieron adjudicadas para los trabajos recién tendrán montados sus campamentos de obras en un par de semanas.

Resumiendo, el año se perdió. No hay forma de recuperar las aguas del Pilcomayo para este verano y esto significa que no se tendrán las aguas del río a lo largo del 2018.

El suministro de agua en la región del Pilcomayo dependerá de cuanto caiga de lluvias y de la disponibilidad de pozos artesianos.

Esta dura realidad, resultado de la desidia e irresponsabilidad del Ministerio de Obras Públicas y la Comisión Nacional del Pilcomayo, no se puede cambiar.

En estas circunstancias, la única alternativa es mantener cerrada la embocadura del canal paraguayo y trabajar sin parar en la limpieza tanto del canal artificial como del cauce de la cañada La Madrid.

Estamos hablando de un trecho de 450 kilómetros, distancia que existe entre la embocadura del canal y el fortín General Díaz.

Limpieza y rehabilitación

Por cuestiones políticas, el MOPC puede estar tentado a abrir la embocadura del canal paraguayo y meter algo de agua, no importa que sea insuficiente.

La intención puede ser engañar a la opinión pública con el argumento de que lograron recuperar al Pilcomayo; esto ya lo hicieron en enero de este año.

El río ingresó exactamente 12 días, tiempo suficiente para que el MOPC y la comisión nacional presentaran como un triunfo de la administración Cartes; todo fue un burdo montaje.

En este momento se tienen dos frentes de trabajo: primero, la embocadura y un canal artificial de 70 kilómetros de largo; segundo, limpieza de la cañada La Madrid, de 370 kilómetros de extensión aproximadamente.

La Madrid es fundamental porque permite que las aguas del río puedan escurrirse y llegar hasta el fortín General Díaz; en este punto alimenta a otros ríos del interior del Chaco paraguayo.

Esta labor tiene que realizarse en simultáneo: no tiene ningún valor abrir la embocadura si la cañada La Madrid no se limpia de sedimentos.

Tanto la boca del canal como la cañada deben estar en condiciones de permitir el escurrimiento del río, esto se logra metiendo máquinas en el mismo lecho de los cauces.

Este trabajo ya se llevó a cabo, en el año 2001, cuando el Ing. Carlos Couchonal, entonces director de la Comisión Nacional del Pilcomayo, aceptó el desafío de trabajar en la limpieza de 450 kilómetros.

Gracias a este trabajo Paraguay siguió recibiendo las aguas del río, el problema se agudizó porque no volvió a realizarse una limpieza de tales características.

Mantener cerrada la embocadura

Introducir equipo vial en el cauce de La Madrid solo es posible en ausencia de las aguas, para ello la embocadura del canal paraguayo tiene que estar cerrada.

El año ya se perdió y la alternativa que resta es trabajar duro hasta el verano del 2018 para tener listo el conducto que capta las aguas del Pilcomayo.

También es una oportunidad para transferir a la Gobernación de Boquerón las funciones que cumple la Comisión Nacional del Pilcomayo, en materia de trabajos de campo.

Se viene un año muy difícil para el Chaco.

roque@abc.com.py

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