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Ante la serie de incumplimientos de la multinacional Aqualogy para la provisión de tecnología de lo que sería el nuevo sistema de facturación, la Essap rescindió el contrato con la citada empresa, confirmó ayer a nuestro diario Juan Pablo Morínigo, gerente comercial de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap).
Este diciembre debía entrar a funcionar el nuevo software, de acuerdo a las especificaciones técnicas del pliego de bases y condiciones, pero pese al desembolso de G. 8.000 millones que se le dio en los últimos dos años, sigue sin operar. Llamativamente, ni un pago de Essap consta en el portal de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP), como tampoco otras adjudicaciones.
El lunes próximo se reunirán en la DNCP los responsables de Essap y de Aqualogy para analizar el advenimiento. Solo aceptarán continuar el contrato en el caso de que apliquen multas por retraso, que entregue los 50 PDT (conector de datos portátil) y las 50 impresoras para facturación in situ, así como los sistemas Aquasys, Odoo y Gis, explicó el gerente general, Ing. Carlos Antonio López.
La Essap había contratado a Aqualogy en abril de 2016 para comprar un sistema de gestión comercial a fin de reemplazar su viejo sistema Cobol, que utiliza para facturar a sus 350.000 clientes de Asunción, Central e interior del país.
El argumento para contratar fue su experiencia en el área y el aumento de la facturación que conseguiría. Según el pliego, debía recibir en concepto de comisión por el mejoramiento de la recaudación el 10% de la diferencia resultante entre la percepción neta del mes y la recaudación mínima, que no supere G. 44.000 millones.
El único sistema de gestión comercial que la aguatera del Estado implementó a principios de este año fue el software de gestión empresarial integrado de código abierto, de origen belga (Odoo), con el que las empresas pueden gestionar desde sus contactos con clientes, sus cuentas, la logística en almacenes, pedidos, facturas, ventas, etc.
Entre los varios dueños de Aqualogy figuran Aguas de Barcelona y Aguas Andinas, cuyo accionista es Andrónico Luksic, socio comercial del expresidente Horacio Cartes. Los accionistas de las citadas empresas, a su vez, son parte de la Compañía Cervecera Unida (CCU), que había adquirido el 50,5% de las acciones de Bebidas del Paraguay, del Grupo Cartes. Esta vinculación tornó sospechoso el contrato de 2016 con Essap. Más aún considerando que, un año antes, Copaco había suscripto un convenio de solo G. 3.000 millones con Ingeniería UNA para provisión y actualización de su software.
Pararon pagos en octubre
Los pagos de G. 500 millones mensuales que venía haciendo la Essap desde la firma del contrato en 2016 a la multinacional Aqualogy pararon en octubre del año pasado, ya cuando comenzaron a saltar los primeros problemas en la implementación del sistema, según datos proveídos por los gerentes de Essap. El contrato había firmado el expresidente Osmar Ludovico Sarubbi, quien se vio obligado a renunciar en setiembre del año pasado por anomalías. Hace poco fue imputado por el Ministerio Público, inclusive.