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El Sindicato de Trabajadores y Obreros Siderúrgicos (Sitraosider) informó ayer a nuestro diario que el interventor judicial de la acería, José Luis Vinader, y el representante de HCME en Latinoamérica, el boliviano Pavel Aracena Vargas, firmaron esta semana un acuerdo de confidencialidad para que esta empresa provea información sobre sus movimientos bancarios, situación financiera, jurídica y otros datos que puedan dar una referencia sobre la seriedad de la propuesta china.
La empresa de China Continental, de la que poco se sabe en nuestro país, dice que podría invertir más de US$ 100 millones en la planta, cambiar la tecnología casi obsoleta que hoy se tiene en la fábrica y reactivarla con una mayor capacidad de producción. La propuesta fue presentada a Vinader en febrero pasado a través de una nota firmada por el presidente de la compañía, Si Jian Xun, y el representante Aracena.
Nuestro diario buscó referencias de la compañía y lo único hallado fue un registro del Ministerio de Defensa de Bolivia sobre la conformación de una Sociedad Anónima Mixta entre HCME y la Empresa Naviera Boliviana (Enabol) para recuperar 16 barcazas y dos remolcadores bolivianos que estaban retenidos en el país asiático. No se encontraron publicaciones sobre el resultado de esa unión ni acerca de otras inversiones que pudiera tener en Sudamérica.
El mes pasado, en un número de teléfono boliviano de Santa Cruz pudimos conversar con Pavel Aracena, pero no quiso darnos detalles sobre la compañía alegando que no tiene autorización. Nos pidió que le enviemos por escrito las preguntas a un correo, lo hicimos pero no llegó a responder. Esta semana en varios días diferentes nos comunicamos al mismo número, pero luego de sonar varias veces la llamada se desviaba a la contestadora. Aparentemente, la “subsidiaria” en Bolivia en realidad solo es una oficina en la que Aracena está solo.
El secretario general del Sitraosider, Enmanuel Ayala, dijo que el documento sobre confidencialidad se firmó el jueves último, hoy ya debe estar en la República Popular y que habría una respuesta la próxima semana. Agregó que el país asiático ofrece un viaje a autoridades paraguayas para que conozcan sus instalaciones y que si llegan a firmar contrato con Acepar, el grupo inversor solicita que ese documento quede registrado en la Embajada de los EE.UU. en Paraguay, como muestra de “transparencia”.