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La Campy deslindó responsabilidades con relación a la mala calidad de señales de celulares e internet que afectaría a moradores de esta ciudad con la aprobación de la ordenanza municipal que prohíbe la instalación de nuevas antenas en el distrito. Asegura que las torres no son dañinas.
Mediante una nota dirigida a la intendenta local, Sandra McLeod (ANR), la Campy expresa preocupación debido a que el hecho “solo acelerará el deterioro de la calidad de los servicios de telefonía móvil, internet y datos” en la capital del Alto Paraná. Explica que la prohibición de las instalaciones de nuevas torres afectará de manera directa a los pobladores, empresas, instituciones y a los miles de turistas que diariamente recibe la ciudad, debido al congestionamiento de las redes.
“Al intentar impedir el normal desarrollo de los servicios de telecomunicaciones, la ciudad también pierde competitividad al momento de buscar captar nuevas inversiones, además de presentar una señal negativa en cuanto a la falta de garantías jurídicas para operar normalmente en su municipio”, reza parte de la nota.
Asimismo, el gremio señala que “de un tiempo a esta parte la instalación de infraestructura del servicio de telefonía móvil celular se ha visto seriamente obstaculizada en Ciudad del Este como resultado de la extremada burocratización de los procesos de aprobación de planos y el eco favorable que le ha dado la Municipalidad a denuncias absolutamente infundadas que reiteradamente formulan los vecinos por supuestos daños a la salud y al medioambiente que podría generar nuestra actividad”.
Agrega que numerosas instalaciones de las empresas ubicadas en el municipio fueron objeto de hechos de violencia y vandalismo. Añade que incluso técnicos y funcionarios recibieron amenazas contra su integridad física de grupos que operan con total impunidad.