Cargando...
La presencia de obreros en gran parte del trayecto de la ampliación de la Ruta 3 (M. R. Alonso-Limpio) es casi nula desde hace dos semanas, según usuarios de esa vía nacional. Es inexistente el movimiento de maquinaria en el tramo principal y también en la zona de la futura circunvalación de la ciudad de Limpio.
En Mariano Roque Alonso solo algunos pocos operarios de la contratista realizan tareas de empastado en el paseo central sobre el viejo asfaltado –ya en desuso– y trabajan en las denominadas calles colectoras, pero en forma muy pausada, según pudimos observar.
El encargado de obras del consorcio D-R (integrado por CDD Construcciones y Benito Roggio e Hijos SA), Ing. Fernando Antona, aseguró que la tarea se encuentra dentro del plazo establecido en el contrato firmado con el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) y que los trabajos en el tramo principal están terminados “en un 100%”. Sin embargo, las obras existentes carecen de buena terminación.
Además, en casi todo el trayecto “habilitado” por la contratista no hay señalización ni iluminación, convirtiendo actualmente al tramo rutero en un peligro, tanto para los automovilistas como para peatones. Incluso, en varios sectores, principalmente en el acceso al centro urbano limpeño, los trabajos no concluyeron.
En ese sector la duplicación de la ruta termina en una especie de “embudo” para los vehículos, y los automovilistas deben recurrir a arriesgadas maniobras para esquivar los baches. Además, en gran parte de la franja de dominio del MOPC en esa zona se hizo un terraplenado (que ya está con pozos) y, según algunos frentistas, los trabajos debían extenderse otros 200 m y no se sabe si serán completados.
El contrato fue dividido en tres secciones: ampliación Ruta 3, tramo MRA-Limpio, de 5,3 km; circunvalación de Limpio, 5,1 km; y mejoramiento del centro urbano limpeño, de 0,6 km.
Amplían el plazo y el monto
El contrato original para la ampliación de la Ruta III fue firmado el 24 de octubre de 2014 por G. 182.999 millones. La orden de inicio fue dada el 5 enero de 2015, con un plazo de 26 meses, pero las tareas se iniciaron con dos meses de atraso por errores de diseño. El consorcio Oting, del Ing. Julio Álvarez, que diseñó también la criticada Avda. “Ñu Guasu”, tuvo a su cargo ese mismo trabajo en la Ruta III.
Según el cronograma inicial, la obra debía culminar en marzo pasado, pero las dos modificaciones introducidas al acuerdo hicieron que el plazo en principio se extendiera al 17 de agosto de 2017 y luego al 12 de octubre de este año. El monto también sufrió un incremento de G. 36.567 millones, cifra que representa un aumento del 19,9%, casi el tope del 20% permitido por la Ley de Contrataciones Públicas. El precio final quedó en G. 219.566 millones. Estos corresponden a datos de documentos que están en la página web de Contrataciones Públicas.
juan.jara@abc.com.py