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Recordó que la EBY se constituyó por medio de un tratado internacional, vigente en la actualidad y ratificado por la Ley paraguaya Nº 433/76, y su proyecto señala que la central hidroeléctrica debía tener 30 unidades turbogeneradoras, pero la mafia energética solamente instaló 20 unidades, para que el proyecto no tenga los ingresos que le corresponderían y de esa manera poder inventar una quiebra financiera fraudulenta e irreal, insistió.
Cardozo, quien se postula como diputado independiente por el departamento de Misiones, dijo que tampoco se construyó el embalse de compensación, que forma parte de las obras principales del proyecto. “Cuando se instalaron las 10 turbinas, vieron que era inviable la instalación desde el número 11 en adelante sin que se instale el embalse de compensación para que no afecte el funcionamiento de las turbinas, pero eso no ocurrió”, afirmó.
Con la construcción del embalse en Panchito López, distante a unos 88 km de la central hidroeléctrica, aguas abajo, se iba a duplicar prácticamente la potencia de Yacyretá, pero además es fundamental para que Ayolas sea un puerto de navegación internacional de todo tiempo. Dentro del proyecto de Yacyretá figura que se deben mejorar las condiciones de navegabilidad por el río Paraná, recalcó.
La violación del Tratado de Yacyretá eliminó la navegabilidad y en varias épocas del año de repente bajan de 4 a 6 metros los niveles del agua y hace que embarcaciones queden varadas sobre las piedras. “Ni en canoa se puede navegar sin baqueano en el Brazo Aña Cua, que de acuerdo al diseño, el vertedero tenía que estar normalmente cerrado, y con el embalse se iba a llenar el Brazo Aña Cua y mantener el nivel mínimo del diseño que necesitan las turbinas, que es 58,5 metros”, expresó Cardozo.