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En contacto con ABC Cardinal, Fernández señaló que se trataba de una licitación histórica, consistente en la impresión de 500 millones de billetes por un valor total de US$ 29 millones para los próximos tres años. El alto funcionario mencionó que se recibió una denuncia referente a una de las medidas de seguridad a ser implementadas en los nuevos billetes, que ya estaba patentada, por lo que únicamente esta empresa podía ganar la licitación.
Niegan direccionamiento
“Si hubiese sido absolutamente direccionado, ni siquiera la última empresa se habría presentado”, argumentó al comentar que fueron dos las empresas oferentes. Finalmente, ante las “dudas razonables acerca de la existencia de patentes” y además el hecho de que hubo “un número muy bajo de oferentes en relación con anteriores licitaciones”, el directorio del BCP optó por cancelar todo y separar a cuatro gerentes a cuyo cargo estaba todo el proceso, según detalló Fernández, quien prefirió calificar el hecho como una “debilidad administrativa” en el proceso. “No tengo pruebas en este momento de que estos funcionarios entraron en connivencia con cierta empresa para poner en los billetes una medida de seguridad que ya estaba patentada”, alegó.
A la tarde, el BCP emitió también un comunicado para aclarar más puntos de la polémica licitación.