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Los reclamos del funcionariado, básicamente, giran en torno a tres situaciones: respeto a sus derechos y al contrato colectivo de trabajo, respeto al plan de carreras y salarios y una gestión más eficiente y rápida para el nombramiento de los trabajadores que fueron seleccionados, incluso mediante concursos.
La irrupción de los trabajadores de la empresa eléctrica en el cuatro piso, donde está ubicada la oficina del presidente, formó parte de movilizaciones que llevaron a cabo en casi todos los locales de la ANDE, “incluso en el interior del país”, según explicaron.
La medida de presión sindical incluyó en la víspera paros simbólicos, de tres horas, entre las 6:00 y las 9:00, que proseguirán en la fecha, si no obtienen una respuesta de la dirección de la estatal.
Se supo que la “toma” del cuarto piso del edificio de la estatal se debió a la ausencia del presidente en su oficina, quien en ese momento se encontraba en Cordillera.
Se preguntó si la medida de fuerza había afectado el servicio eléctrico, pero los sindicalistas respondieron que no. Admitieron sí que varios de sus compañeros del interior debieron desplazarse hasta la capital en el marco de las medidas de presión, así como de las gestiones que propusieron realizar, incluso la reunión con el presidente.
Se inquirió también sobre la cantidad de funcionarios que siguen esperando su nombramiento, los que ya aprobaron los exámenes correspondientes, y nuestras fuentes explicaron que la cantidad oscila entre 370 y 380, que hasta la fecha prestan servicio mediante contratos precarios.
Asimismo esperan el pronunciamiento formal de la Secretaría de la Función Pública sobre el caso.