La tierra invadida pertenece a José Pappalardo Z., presidente de Adelaida SA, propietaria de la cabaña El Picaflor, y se compone de la finca Nº 1830 y padrón Nº 2206 del distrito de Santa Rosa del Aguaray, y de la finca Nº 1535 y padrón Nº 1751 del distrito de Nueva Germania, ambas en el lugar conocido como Santa Rosa. La primera posee 436 hectáreas y la segunda 1.000 hectáreas; ambas totalizan 1.436 hectáreas.

Los invasores, aproximadamente 50, según informe policial proporcionado al propietario, están liderados por Darío Estigarribia Silvero y Eudelio Meza. Pappalardo dijo que Eudelio Meza, según información comprobada, es propietario de tierras en la zona de Cororo’i (San Pedro) y "creo que Darío también. Son del grupo de Elvio Benítez". Añadió que Meza fue inclusive candidato a intendente de Santa Rosa, pero perdió por amplia mayoría.

Resaltó el propietario que esas tierras nunca fueron del IBR, ni tienen excedentes fiscales y que constituyen una unidad productiva muy importante, dando fuente de trabajo permanente a 50 personas y estacionalmente a otras 50, que puede ser mucho más aún con los planes de inversión que tiene en las tierras.

Detalló que la propiedad, en 580 hectáreas, posee cultivos de soja, maíz, girasol, avena, con dos cultivos anuales, en invierno y verano. Otras 500 hectáreas, ocupadas por pastura artificial en uso ganadero que se viene transformando en parcela agrícola, preparando el suelo para cultivos de maíz, trigo, girasol o soja. Trescientas cincuenta y nueve hectáreas han quedado como reserva forestal, de acuerdo al estudio de impacto ambiental, y todo parece indicar que el objetivo de la invasión es esta reserva forestal. La propiedad, además, tiene otras explotaciones, como producción de carbón, unas 500 cabezas de ganado, un aserradero que procesa madera comprada en otro lugar y una importante escuela en una comunidad lindante a la propiedad afectada, construida por el padre del afectado, el finado José Pappalardo.