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Debemos apuntar también que hemos examinado sólo las obras más representativas construidas en los últimos años, excepto las de repavimentación, que son numerosas.
Todos esos ramales fueron hechos en la modalidad de los pavimentos flexibles (calzadas asfálticas). Eso significa una vida útil, teóricamente de siete años; pero que en la práctica no sobrepasan tres años, salvo raras excepciones.
Por ese hecho, debería agregarse el costo del mantenimiento de las carpetas asfálticas mediante recapados, que en el caso de la Ruta 9, para dar un ejemplo, es de US$ 100.000 el kilómetro cada dos años, es decir 50.000 dólares por año.
No debe quedarse al margen de este análisis el significado de las calzadas rígidas (o de hormigón), cuya duración teórica de 50 años en servicio y sin costo de mantenimiento, aún sigue muy relegada en nuestros planes viales.
Lo llamativo es que hasta la fecha, pese a la experiencia, incluso de países vecinos, y del conocimiento teórico existente, en Paraguay se haya construido un solo tramo, de 12 kilómetros, en el departamento de Ñeembucú, que se encuentra en perfecto estado después de 16 años en servicio y que aún no demandó gasto alguno para su mantenimiento.
Debe observarse que los costos por kilómetro de las rutas de la Región Oriental son casi un 50% más caros que las construidas en la Región Occidental.
La explicación es sencilla, y se relaciona con la topografía del terreno. En otras palabras, al ser el Chaco una gran llanura, casi sin esteros, con pocos cursos de agua, las obras básicas (terraplenados, desmontes, obras de arte, puentes importantes) son menos costosas.
Debe apuntarse también que otro de los males, terribles por cierto, de nuestros emprendimientos viales es que todos tienen un costo final que sobrepasa al monto presupuestado, en porcentajes que van entre un 12 a un 47% .
Eso se debe principalmente a tres razones: a- plazos de ejecución que se prorrogan, hecho que incrementa los montos reajustados; b- encarecimiento de las obras por una o varias modificaciones hechas al proyecto original durante su ejecución para corregir errores de diseño; c- la incorporación de trabajos adicionales, para mejorar las prestaciones de la obra.
Con la finalidad de comparar con otras obras viales en la región, adoptamos una obra muy compleja, de 229 kilómetros, construida en el sur de Argentina. Se trata de la Ruta N° 7 en la provincia de San Luis. Las diferencias de costos con cualquiera de nuestras obras son abismales, máxime si consideramos que el caso particular de la ruta mencionada es de hormigón, de 21 centímetros de espesor, con un ancho de calzada de 7,34 metros. La misma se construyó principalmente en zonas cordilleranas, hecho que implica excavación en roca, con costosas obras adicionales para defensas antideslaves.
Ese plan vial incluyó igualmente la construcción de 23 puentes de hormigón, sobre ríos y ferrocarrileros, que totalizaron 796 metros lineales. Nueve rotondas de cruces a desnivel, con sus puentes viaductos, y accesos en trébol. Además, 17 kilómetros de accesos de doble mano, iluminados, y 4.500 metros cuadrados de señalización aporticada.
Cabe agregar que esta obra no sufrió ningún incremento sobre el presupuesto pactado, sea por cambios en el proyecto o modificaciones del cronograma previsto para su terminación. Toda la obra se construyó dentro del plazo previsto: 1 año, 10 meses y 18 días.