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El presidente Bush (George) inicia hoy (por ayer) su undécima visita a la región (Brasil, Uruguay, Colombia, Guatemala y México). Justamente, el lunes pasado dio un importante discurso, en el cual resaltó nuestro compromiso con la región, dijo.
En ese contexto, afirmó que hace solamente una generación anterior la región estaba plagada de dictadores militares y consumida por conflictos civiles. Sin embargo, dijo que hoy 34 miembros de la OEA tienen constituciones democráticas, y solo un país miembro vive bajo un líder que no fue elegido por su pueblo (refiriéndose a Fidel Castro).
Admitió que la democracia ha llegado a las Américas, pero instituciones débiles en algunos países, y dificultades políticas de apresurar los cambios microeconómicos y nacionales necesarios para extender sus beneficios de la democracia y de los mercados libres, han generado impaciencia y frustraciones.
Dijo que esa situación ha creado una oportunidad para el surgimiento de una visión conflictiva del desarrollo en las Américas (posiblemente refiriéndose a los casos venezolano, boliviano y ecuatoriano), que vuelve a modelos anteriores basados en economías centralizadas y un liderazgo autoritario. Advirtió que esa visión no tuvo éxito en el pasado, y no creemos que la tenga en el presente.
Sobre el punto, acotó que el presidente Bush presentó a inicios de esta semana las mayores prioridades de su país para el continente latinoamericano, centradas en ayudar a que la gente de nuestro hemisferio vea los beneficios de la democracia y que tengan éxito.
Cuando nuestros vecinos gozan de prosperidad y son pacíficos, ello significa mayores oportunidades y seguridad para nuestro propio pueblo, y cuando existe empleo en nuestra vecindad, la gente puede encontrar trabajo en su país natal y no tiene que emigrar al nuestro, expresó.
Afirmó que Estados Unidos está comprometido en ayudar a que las democracias del hemisferio occidental mejoren su estabilidad y seguridad al hacer las siguientes tres cosas: crear entidades gubernamentales que sean justas, eficaces y libres de corrupción; satisfacer las necesidades básicas como la educación, la atención de la salud y la vivienda; y mantener economías que satisfagan las necesidades de los trabajadores y sus familias.