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Antes de llegar a la reunión de prensa convocada para las 10:30 en el Instituto Nacional de Cooperativismo (Incoop), su presidente, el Ing. Antonio Ortiz Guanes, estuvo ayer en el Banco Central para una segunda reunión sobre el "test de estrés" financiero al que está siendo sometido el sector por parte de técnicos internacionales. Fue muy evidente que no estaba de humor para nadie.
El día anterior, había recibido en su despacho a los expertos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), responsables de la "prueba de tensión", para un primer acercamiento, y ayer le tocó a él concurrir al BCP para otro encuentro sobre el tema, a las 8:00.
La convocatoria posterior a los periodistas en el Incoop fue para anunciar la inminente puesta en marcha del sistema informático de "alerta temprana", que ayudará a evaluar casi diariamente el comportamiento financiero de las cooperativas.
Para la ocasión, Ortiz Guanes llegó acompañado por el Lic. Steffen Müller, director de la oficina local de la DGRV (Confederación Alemana de Cooperativas), a quien se olvidó de presentar y a quien más tarde cedió la palabra, siempre sin presentarle y sin ocultar su disgusto, que a esa altura había aumentado debido a que uno de los funcionarios tardó en poner en funcionamiento el sistema informático de la presentación.
Hacia el final, recuperó un poco de calma y respondió pacientemente las numerosas preguntas de la prensa, algunas algo incómodas, pero ya sin cambiar el fastidio que se le notaba en el rostro.
No se puede descartar que haya tenido también su cuota de influencia en ese ánimo el reciente informe final de la exhaustiva auditoría hecha por la Contraloría al Incoop y que ha sido muy desfavorable para el organismo rector del cooperativismo.
"Alerta temprana"
La "alerta temprana" es un sistema desarrollado por la DGRV y cedido por un contrato de cooperación al Incoop por tiempo indefinido, explicó Ortiz Guanes, quien aclaró que en principio, en este caso desde enero próximo, será de implementación obligatoria para las 23 mayores cooperativas (Tipo A) para extenderse en el 2012 a las demás.
Servirá para vigilar el cumplimiento de los indicadores y demás normativas que rigen las operaciones del sector, pues el sistema está preparado para enviar diariamente esos datos al Incoop, lo que permitirá a esta institución contar con análisis estadísticos mensuales.
Por otro lado, aclaró que esos datos no estarán disponibles directamente para los socios de las cooperativas, que solamente podrán conocerlos en caso de alguna fiscalización, cuyos resultados son de lectura obligatoria en las asambleas.
Por su parte, Müller dijo que la ventaja es que ahora el Incoop va a tener una plataforma informática que constituye una herramienta de monitoreo financiero que puede lanzar una alerta ante eventuales problemas que pueden surgir en el sector.
"Sin comentarios" sobre informe de Contraloría
"Sin comentarios", respondió ayer el presidente del Incoop, Antonio Ortiz Guanes, al ser preguntado por nuestro diario si tenía algo que aclarar o comentar sobre el informe final de la Contraloría General con respecto a la auditoría realizada a la gestión de dicho organismo rector del cooperativismo.
Cuando se le insistió acerca de cómo debía interpretarse esa actitud, expresó que simplemente no tenía nada que decir sobre eso, con lo que evitó polemizar acerca del referido informe.
Los auditores de la Contraloría evaluaron durante casi 14 meses la gestión del Incoop, abarcando todo lo actuado en el 2008 y una parte (enero a julio) del 2009, y al término del trabajo emitieron un documento de 197 páginas en el que se detalla una serie de deficiencias y debilidades.
En primer lugar, la auditoría revela un manejo interno discrecional. "El resultado de la auditoría demuestra fehacientemente que el Incoop operó (...) con numerosas debilidades en diferentes áreas, tales como Recursos Humanos, Asesoría Jurídica, Supervisión, Fiscalización, Fusión, Incorporación y Liquidación, además de Auditoría Interna", dice una de las conclusiones de la Contraloría.