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Sin previo aviso, con absoluta informalidad y en medio de un incomprensible hermetismo suspendieron el servicio ferroviario internacional.
Oficialmente nadie informó sobre los verdaderos motivos de la paralización del tren que, en menos de 10 minutos, llegaba a una y otra orilla del Paraná a través del puente internacional, aliviando el caótico tránsito vehicular por el viaducto.
Tras la suspensión, distintas versiones se echaron a rodar, culpando a los trabajadores ferroviarios argentinos por la paralización a raíz de supuestos reclamos salariales. Los gremios del sector desmintieron de inmediato esa afirmación.
Después se dijo que las autoridades de nuestro país pusieron trabas al funcionamiento para favorecer a un grupo empresario coreano, con miras a la licitación que se lanzará en los próximos meses. Pero el presidente de Ferrocarriles del Paraguay SA (Fepasa), Roberto Salinas, lo desmintió.
Según Salinas, la paralización del servicio es exclusiva responsabilidad de Argentina, específicamente de la Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado (Sofse), firma estatal que tiene a su cargo la fiscalización del servicio en el vecino país.
Agregó que los dos países están conversando sobre la instancia de negociación y el acuerdo de términos para la licitación pública internacional que se debe convocar en conjunto, de modo a definir qué empresa explotará el millonario negocio durante los próximos cinco años.
Fuentes extraoficiales indican que el Ministerio del Interior y Transporte de Argentina pidió una reunión urgente con Fepasa y que para regularizar la prestación, se necesita el llamado a licitación de referencia y la adjudicación correspondiente del servicio.