Molino innova con alimentos típicos preelaborados, listos para hornear

El molino “Granopar”, firma con más de 30 años en el mercado, renovó su línea de producción con una propuesta de productos típicos preelaborados, listos para hornear. Los alimentos fueron ofrecidos a los empresarios de 17 países que participaron de la reciente Expo Rueda.

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“Un producto de exportación”, así definieron algunos de los empresarios que degustaron la sopa paraguaya, mbeju y chipa, que fueron ofrecidos a los participantes de las rondas de negocios que se desarrollaron la semana pasada en el marco de la Expo 2013.

La empresa “Granopar” realizó las degustaciones de sus nuevos productos en dicho evento, a sabiendas también de que muchos de estos empresarios provenían de países en donde viven actualmente muchos compatriotas, como Argentina, Brasil, Chile, Estados Unidos y España, entre varios otros.

Con relación a la novedosa presentación de estos nuevos productos, que son típicamente nacionales, le consultamos a su gerente general, Eulalio Garcete Aguayo, quien recalcó que desde hace tiempo venían madurando la idea, ya que contaban con los ingredientes esenciales para lograr estos productos.

“Tenemos la mejor harina de maíz, con base en un riguroso proceso, y este es el ingrediente indispensable para obtener la sopa paraguaya. Queríamos realzar al máximo también el sabor y, afortunadamente, lo conseguimos con nuestra receta”, acotó con satisfacción.

El directivo de la firma dijo que decidieron presentar sus productos en la Expo Rueda para que los empresarios que vinieron al país, especialmente para la Expo, puedan conocer y apreciar el delicioso sabor de la comida paraguaya.

Consultado con relación a la presentación que tienen estos productos, contestó que la masa refrigerada para la sopa paraguaya se comercializa en sachet de un kilo, así como la masa igualmente refrigerada para la chipa y el mbeju. Todos ya vienen con los ingredientes correspondientes, completamente preparados y listos para llevar al horno, y el proceso de cocción apenas lleva unos 5 minutos.

El envasado se realiza al vacío con el más estricto cumplimiento de todas las normas técnicas y de calidad vigentes, apuntó.

Comentó que el molino funciona en el barrio Laurelty, Luque, desde hace 30 años, pero los productos son recientes, y el público puede acceder a ellos en cualquier supermercado.

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