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El mercado nacional ofrece actualmente departamentos a un precio de US$ 80.000 (G. 450 millones) en adelante, mientras que el Estado solo puede impulsar proyectos que no superen los US$ 50.000 (G. 282 millones) por vivienda, había admitido ante nuestra consulta la ministra. También había dicho que una de las cosas que están haciendo es trabajar con el Banco Nacional de Fomento (BNF) para evaluar la posibilidad de reducir las tasas y ampliar el plazo máximo del crédito para el sector, por ejemplo, de 20 a 30 años.
Pero no es solo eso, según la ministra, “para poder bajar los precios de venta hay que apostar también a la tecnología, a un mejor diseño y evaluación técnica de los constructores, de los desarrolladores inmobiliarios que están ofertando esto en el mercado”, fuera de lo que puede proyectar el Estado. Consultada acerca de los planes que tienen para la clase media trabajadora, la ministra dijo que el proyecto emblemático es el complejo de Mariano Roque Alonso, que está todavía en los papeles.