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Varios de los otros 12 oferentes que estaban participando de la licitación, en la que está en juego un contrato de G. 30.000 millones, denunciaron que Cano es parte del comité que evalúa las ofertas, entre las cuales está la suya y que en el proceso obtuvo el mejor puntaje. Es decir, su adjudicación era inminente.
De acuerdo con el comunicado, Cano dejó de pertenecer a la empresa en diciembre del 2014. En la réplica que fue enviada a los medios de comunicación incluso se adjunta una supuesta comunicación oficial de Nippon al MOPC, en la que la empresa, supuestamente, le informaba al MOPC que Cano había dejado de pertenecer al staff.
Los oferentes denunciantes sospechan que el documento fue “fabricado” entre el fin de semana y ayer, como parte del contubernio entre Nippon y el MOPC.
Después de que finalizó la evaluación técnica de la oferta, estaba previsto que se abrieran los sobres que contenían las ofertas económicas, el lunes de esta semana. El acto fue cancelado a última hora. Ese día apareció la primera publicación denunciando la situación.
Los demás competidores, que estaban ubicándose por detrás de Nippon Koei en la evaluación, consideran que Cano debió haberse inhibido de participar en la evaluación, pero no lo hizo.