El emprendimiento estaba impulsado por banqueros mafiosos, como Pedro Beneyto, ex directivo de Banco General y Bienestar Familiar.
Los ex directivos de Paraguay Beach Park, encabezado por el empresario brasileño Alonso Campoe Turbiano, pintaban de maravillas el proyecto, pero en realidad era otras de las estafas de banqueros como Beneyto, que huyó del país con el dinero de los ahorristas.
La intervención y luego quiebra del Banco General SA por poco hundió al parque acuático en 1995, por ello corrió el rumor de que se cometió también una estafa contra compradores de títulos de usufructo.
El proyecto, no obstante, avanzó a pesar de la crisis bancaria desatada con el cierre de Banco General SA y la huida de los banqueros, pero años después la tabla de salvación fue el Banco Nacional de Trabajadores (BNT), ya que Campoe Turbiano prestó de esta entidad obrera G. 6.000 millones en abril de 1997.
El objetivo del empresario brasileño era supuestamente invertir en el parque acuático, situado en la Compañía Zárate Isla de Luque, pero con el dinero del BNT pagó cuentas en Banco General SA, más de G. 2.122 millones; Corfan Banco SA, más de G. 2.031 millones y Financiera Ejecutiva SA, G. 500 millones, de acuerdo a la escritura pública de la escribana María Adela Ocampos de Vouga.
Financiera Ejecutiva, cuyo directivo era el Ing. Pedro Antonio Cataldo, fue una de las empresas que invirtieron en el proyecto. La empresa Bienestar Familiar, cuyo directivo era Pedro Beneyto, también estaba como accionista de Paraguay Beach Park. El banquero igualmente era vicepresidente de Corfan Banco SA.
FAMILIAS NO PERDIERON DERECHOS
Banco General SA y Financiera Ejecutiva SA recuperaron fondos que invirtieron en el parque acuático gracias al préstamo del BNT a Campoe Turbiano, quien nunca devolvió un guaraní al quebrado banco, por lo que su cuenta superó G. 14.000 millones.
El BNT se adjudicó en remate el complejo de Luque, en agosto de 2001, en más de G. 9.400 millones. En octubre de 2004, la Cámara de Apelaciones determinó que el quebrado banco debe transferir el parque acuático al Instituto de Previsión Social (IPS) en G. 10.060 millones.
El brasileño Campoe Turbiano, luego de perder el parque, siguió como locatario a fin de explotarlo hasta junio de 2003, fecha en que dejó el negocio a su socio y compatriota Nelson Rodrigues da Silva Filho. El banco quebrado recibe G. 20 millones mensuales en concepto de alquiler del complejo y el contrato vence en mayo de 2005.
El actual dueño del parque aseguró que las familias no perdieron sus derechos y que ya no vende títulos de usufructo, pero no se sabe aún qué pasará cuando el contrato se termine en mayo de 2005 y el IPS se haga cargo del complejo.
Los ex directivos de Paraguay Beach Park, encabezado por el empresario brasileño Alonso Campoe Turbiano, pintaban de maravillas el proyecto, pero en realidad era otras de las estafas de banqueros como Beneyto, que huyó del país con el dinero de los ahorristas.
La intervención y luego quiebra del Banco General SA por poco hundió al parque acuático en 1995, por ello corrió el rumor de que se cometió también una estafa contra compradores de títulos de usufructo.
El proyecto, no obstante, avanzó a pesar de la crisis bancaria desatada con el cierre de Banco General SA y la huida de los banqueros, pero años después la tabla de salvación fue el Banco Nacional de Trabajadores (BNT), ya que Campoe Turbiano prestó de esta entidad obrera G. 6.000 millones en abril de 1997.
El objetivo del empresario brasileño era supuestamente invertir en el parque acuático, situado en la Compañía Zárate Isla de Luque, pero con el dinero del BNT pagó cuentas en Banco General SA, más de G. 2.122 millones; Corfan Banco SA, más de G. 2.031 millones y Financiera Ejecutiva SA, G. 500 millones, de acuerdo a la escritura pública de la escribana María Adela Ocampos de Vouga.
Financiera Ejecutiva, cuyo directivo era el Ing. Pedro Antonio Cataldo, fue una de las empresas que invirtieron en el proyecto. La empresa Bienestar Familiar, cuyo directivo era Pedro Beneyto, también estaba como accionista de Paraguay Beach Park. El banquero igualmente era vicepresidente de Corfan Banco SA.
FAMILIAS NO PERDIERON DERECHOS
Banco General SA y Financiera Ejecutiva SA recuperaron fondos que invirtieron en el parque acuático gracias al préstamo del BNT a Campoe Turbiano, quien nunca devolvió un guaraní al quebrado banco, por lo que su cuenta superó G. 14.000 millones.
El BNT se adjudicó en remate el complejo de Luque, en agosto de 2001, en más de G. 9.400 millones. En octubre de 2004, la Cámara de Apelaciones determinó que el quebrado banco debe transferir el parque acuático al Instituto de Previsión Social (IPS) en G. 10.060 millones.
El brasileño Campoe Turbiano, luego de perder el parque, siguió como locatario a fin de explotarlo hasta junio de 2003, fecha en que dejó el negocio a su socio y compatriota Nelson Rodrigues da Silva Filho. El banco quebrado recibe G. 20 millones mensuales en concepto de alquiler del complejo y el contrato vence en mayo de 2005.
El actual dueño del parque aseguró que las familias no perdieron sus derechos y que ya no vende títulos de usufructo, pero no se sabe aún qué pasará cuando el contrato se termine en mayo de 2005 y el IPS se haga cargo del complejo.