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“Todo está mal hecho, preparado como para que participen solo algunas empresas. De otra manera no se explica cómo van a incluir entre las exigencias que las empresas tengan una facturación promedio de 80 millones de dólares en cinco de los últimos diez años”, afirmó el ingeniero Walter Bogarín, del Consorcio Metalúrgico Guaraní. Agregó que ninguna empresa del sector ha tenido una facturación de este volumen y cuestionó a las autoridades de la empresa estatal por aceptar los requerimientos de los organismos financieros. “No tiene lógica lo que hacen. Ni siquiera existe un proyecto para la construcción y quieren meter todo eso en un solo paquete. Lo hacen a propósito para que solo participen los amigos de los bancos y de los funcionarios”, apuntó.
Respecto al anuncio de la ANDE sobre la decisión del Banco Europeo de Inversiones (BEI) de denegar el pedido de establecer un 15% de margen de preferencia, el ingeniero Bogarín ironizó diciendo que estos organismos no hacen honor al nombre que llevan; puesto que no apuestan a las Inversiones, en el caso del BEI; tampoco al Desarrollo, en el del BID, y menos, al Fomento en referencia a la CAF. “Nuestras autoridades se sometieron a exigencias absurdas al firmar esos convenios de préstamos. Aquí lo que corresponde es cancelar todo y volver a barajar, haciendo en forma las cosas”, enfatizó el empresario.
En su opinión, lo que se busca es marginar a quienes fabrican las torres en nuestro país para beneficiar a los revendedores que siempre van a quedarse con un margen mucho mayor, debido a las condiciones en las que fueron elaborados los pliegos para estos llamados.