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El artículo empieza explicando cómo una empresa que elabora gases para procesos industriales planea cerrar su fábrica en Pará de Minas, en Minas Gerais, y mudarse a Paraguay para invertir 30 millones de reales, poco más de 7.500.000 dólares. Esta compañía se llama Oxygroup.
La base de este atractivo es la Ley de Maquila, un sistema que durante la semana pasada tuvo amplio destaque por el Mes de la Industria. “En el país vecino, la energía es hasta 65% más barata y la mano de obra es mucho menor”, indica el periódico.
La maquila ya atrajo a 42 empresas de Brasil en el 2014, recuerda Folha. Synésio Batista da Costa, presidente de la Asociación Brasileña de Fabricantes de Juguetes, cuenta que cinco empresas del vecino país están en proceso de abrir sus productoras en Paraguay y hasta ya han elegido las ciudades en donde instalarse.
El otro factor, aparte de la energía barata, es el bajo costo de la mano de obra. Folha cifra en un 30% el precio de los servicios de los trabajadores en comparación al Brasil.
“El Paraguay tiene poca densidad industrial y mucho interés en la integración productiva”, dice a ese diario Armando Monteiro, ministro de Desarrollo del vecino país. La visión de los empresarios de Brasil es que nuestro país es “amigable para los negocios” y que eso produce estabilidad, contrario a la Argentina, donde las barreras son muchas.
“Paraguay cuenta con una legislación protectora que da tranquilidad a los inversores, lo que garantiza una indemnización en caso de expropiación”, manifestó Diego Bonomo, gerente ejecutivo de Comercio Exterior del Brasil.
Finalmente, los empresarios coincidieron en que es mucho mejor producir en Paraguay que importar, por ejemplo, de China.