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Estimó que unos 1.500 tambos emplean tecnología, mientras 6.000 tambos son los que usan medianamente tecnología y que en total serían unas 15.000 fincas las que están vinculadas a la producción de leche, con promedio de 2.000 litros por lactancia. Figueredo informó que meses atrás, en el verano, hubo un momento en que el consumo de leche disminuyó bastante, al tiempo que aumentó la producción porque que hay mucha disponibilidad de pasturas y forrajes. Sin embargo, y ahora que inicia el invierno, se revirtió totalmente la situación. “Empezamos las clases y el consumo de lácteos está en sus niveles más altos y la producción mermó considerablemente debido a los rigores del invierno y a la menor disponibilidad de forraje”, dijo.
“Ahora, con la planta de leche en polvo podemos equilibrar, transferir el exceso de producción láctea del verano al periodo deficitario del invierno. Hay que ir ajustando con esa nueva herramienta que disponemos, que es la fábrica de leche en polvo”, dijo.
Añadió que la situación del precio para el productor mejoró, la sobreproducción de leche con una demanda debilitada hizo sobrar leche.
“El precio de la leche pagado al tambero es alcista, de G. 1.350 por litro aumentó a G. 1.600, y hasta 1.900 por litro, según la industria”, acotó.
En relación a la Expo Láctea, realizada ayer en el Pinedo Shopping, dijo que la idea fue hacer fiesta para exponer a la ciudadanía lo que es la cadena de valor láctea, mediante un enfoque de conjunto. “El sector lácteo es mucho más que la producción primaria, los tamberos, las industrias y la parte comercial; es todo un conjunto”, puntualizó.