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En una conversación mantenida con el representante local del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Eduardo de Almeida, abordamos la asistencia financiera aprobada al Paraguay durante este 2015, los desafíos del país y las proyecciones de crecimiento de nuestra economía. El diálogo se desarrolló de la siguiente forma.
–¿Podría referirse a los préstamos aprobados por el BID para el Paraguay en este 2015?
–Si bien dijimos que el 2014 ha sido mejor que el año anterior, hoy podemos expresar que el 2015 terminó siendo mejor que el 2014 en materia de créditos aprobados para el país. Al poner en perspectiva, la estrategia del BID para todo el mandato del 2014 al 2018 es aprobar US$ 1.000 millones, entre el sector privado y público. El año pasado fueron aprobados 365 millones de dólares al sector público, mientras que en este año aprobamos 392 millones de dólares, lo que suman 757 millones de dólares. También el sector privado cuenta con una línea de crédito por unos 300 millones de dólares, que los bancos tomarán de acuerdo a sus necesidades. A mitad de camino y con una meta fijada, ya se ha aprobado todo lo estipulado para cuatro años.
–¿Cuáles son los focos de la asistencia del Banco Interamericano?
–El compromiso del BID con el país se mostró muy fuerte en estos dos años, financiando proyectos en infraestructura, especialmente, agua y saneamiento, que el presidente de la República, Horacio Cartes, le pone mucho énfasis. Están además los caminos rurales que tienen un componente muy importante porque permite a la gente mantener su arraigo y facilita a los pequeños productores un canal de salida para sus productos. En los próximos años seguiremos con caminos rurales porque es un proyecto bastante grande. El Paraguay mejorará la conectividad de zonas rurales de la región Oriental y el acceso de las zonas productivas a los puntos de consumo con un préstamo de 62 millones de dólares aprobado por el BID. Esta operación financiará un programa de recuperación y mantenimiento de caminos vecinales y el reemplazo de viejos puentes de madera por puentes de hormigón armado.
–¿Hay algún objetivo especial a ese nivel?
–El programa tiene como objetivos específicos la reducción de los costos de operación vehicular, la reducción de los tiempos de viaje, permitiendo la transitabilidad de todo tiempo en tramos y puentes de caminos vecinales, y el aumento del tránsito promedio diario. La red vial vecinal de Paraguay tiene una longitud estimada de 43.900 kilómetros. En su gran mayoría está conformada por caminos de tierra que carecen de sistemas de drenaje y de los cuales sólo un 23 por ciento se encuentra bajo algún programa de conservación o mejoramiento. La falta de estándares adecuados y mantenimiento, combinada con las frecuentes lluvias y las condiciones de los suelos en la región oriental, hacen que más del 65% de los caminos vecinales de tierra se encuentren en mal estado y frecuentemente se tornen intransitables.
–¿Qué otra prioridad hay en materia de créditos desdel BID?
–Y también el BID empezó el aumento de una línea de financiamiento, especialmente, a pymes a través de la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD). En 2014 fue aprobada una línea de US$ 30 millones y este año otra línea de US$ 120 millones con desembolsos de US$ 30 millones anuales durante cuatro años. En esta línea de desarrollo productivo lo que se quiere es apoyar a la AFD para que pueda dar un salto mayor luego de haber impulsado la formación de la banca de segundo piso entre 2003 y 2004. Los recursos podrán financiar inversiones de productores agropecuarios para actividades que incluyen, entre otras, adquisición de tecnología, infraestructura, riego, equipamiento, transporte, almacenamiento, acopio, compra de semovientes, y cualquier otro propósito relacionado con el mejoramiento de la productividad agropecuaria y sus cadenas de valor.
–¿Qué incluye ese apoyo para un “salto mayor” de la AFD? ¿Qué se pretende?
–Es que ahora el BID quiere apoyar a la AFD para que sea un banco de desarrollo y no solamente ya una agencia financiera. Esta es una iniciativa de la administración de la AFD y también del Ministerio de Hacienda. También el BID está apoyando al Banco Nacional de Fomento (BNF) para entrar en una etapa de modernización y pueda cambiar su estrategia de negocios, saliendo de alguna forma de lo que es otorgar créditos de consumo y entrar más en financiamiento directo de empresas o pymes. Está en marcha una licitación para la contratación de una empresa de consultoría para justamente diseñar la estrategia necesaria.
–¿Cuáles cree son los desafíos que debe enfrentar el Paraguay?
–El BID observa dos desafíos fundamentales, que son la diversificación de la matriz económica y el mejoramiento de la ejecución en un momento en que aumentaron considerablemente los recursos para obras de infraestructura.
–¿Planean apoyar al país para diversificar la matriz económica?
- El BID está concentrando su esfuerzo en la diversificación de la economía paraguaya, que actualmente está muy focalizada en soja y carne. La idea es apoyar al país en generar empleos en otros sectores, ya acordados con el Gobierno. Esos sectores son maquila, ganado menor y reforestación. Cada uno de esos sectores tiene una dinámica diferente. En la maquila hay que mirar los dos lados de la crisis del Brasil: Baja en la demanda, especialmente en el comercio de Ciudad del Este, pero se abrieron más las oportunidades para la producción, porque las empresas en Brasil están cada vez menos competitivas por aumento de costos, presión fiscal, etc. Entonces, Paraguay aparece como una solución para las empresas brasileñas, especialmente, para aquellas que requieren de mano de obra intensiva, como firmas de confecciones, calzados, industrias metal mecánica, auto partes, etc. Hay varias empresas que quieren venir al Paraguay por las ventajas que aquí se les ofrece.
–¿Ya se dio algún paso en ese sentido?
–El BID aprobó un préstamo con el Ministerio de Industria y Comercio orientado a la facilitación de inversión con la idea de crear una ventanilla única para que las empresas brasileñas puedan venir a consultar sobre requisitos para instalarse en Paraguay. Se quiere abrir una suerte de alianza entre inversionistas extranjeros y paraguayos para la construcción de parques industriales, maquila, etc. Con esto se gana de los dos lados, porque se mejora la capacidad nacional y al mismo tiempo se reduce el riesgo al inversionista extranjero al juntarse con pares locales. Hay algunos polos interesantes, como Hernandarias, donde está un área industrial de 4.500 hectáreas. Si se hace la misma relación de empleo por hectárea como en Brasil, solo ahí se pueden generar unos 200.000 empleos, en maquila.
–¿Y en materia de mejorar la ejecución de proyectos de inversión?
–Actualmente, existen muchos más proyectos que antes. Esta situación desnuda la necesidad de empresas que puedan desarrollar proyectos de infraestructura, faltan profesionales como ingenieros. En esta parte el BID está trabajando para hacer conexión con empresas de gran porte que puedan venir a desarrollar los proyectos ambiciosos que tiene el Gobierno. Además, el BID se abocará en la capacitación de personas. Tenemos un plan con las autoridades para llevar adelante una especie de monitoreo de los proyectos más fuertes para ver dónde se trancan, las debilidades en los procesos que requieran de ajuste y presentar un análisis en forma periódica. El MOPC presentó un total de 12 proyectos que están en ejecución o en proceso de licitación y que ayudarán a mejorar la calidad de vida de los asuncenos. Al BID no solo le interesa aprobar los créditos, sino además que los desembolsos sean regulares gracias a una ejecución de los proyectos que mantengan ritmos normales.
–¿Cuál es la proyección de crecimiento del producto de Paraguay en 2016?
–El BID no cree que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del país sea diferente al de este 2015. Es decir, estará nuevamente en torno al 3%, que tampoco es malo en un contexto en que Brasil y Argentina tienen su influencia, mientras América Latina atraviesa una desaceleración económica combinada con tasas de inflación relativamente altas y desempleo en ascenso. En Banco Central de Brasil prevé que la retracción del PIB será el 3,6%, mientras en Argentina, con un nuevo gobierno, se prepara un escenario distinto con nuevas medidas que darán otra orientación a la economía y que podría impactar localmente.
Además de los avances del dólar, los precios de las materias primas se mantendrán bajos por una caída de la demanda de China, que está atravesando problemas durante los últimos años al desacelerarse su crecimiento. El último dato de PIB que publicó el país reflejó cómo en el tercer trimestre de 2015 la segunda economía del mundo creció a un ritmo del 6,9%, por encima de las previsiones que esperaban un avance del 6,8%. En este contexto es que el Paraguay tiene que apostar muy fuertemente en mejorar la ejecución de proyectos de envergadura, diversificar su matriz económica. Además, tener un presupuesto disciplinado para continuar avanzando.
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