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El 5 de diciembre del año pasado se abrió la oferta económica de Acciona Aguas- Acciona Infraestructuras para la construcción de un sistema de alcantarillado sanitario de 1.800 kilómetros para las ciudades de Lambaré, Luque y Mariano Roque Alonso, licitado bajo la Ley 5074 “llave en mano”. Aunque la póliza de mantenimiento de oferta vence al final de este mes, el Ministerio de Hacienda, cuyo titular, Santiago Peña, debe suscribir el contrato conjuntamente con el ministro de Obras, ni siquiera ha participado aún del análisis de la oferta. Fuentes consultadas al respecto anticiparon que todo indica que este proyecto va al fracaso, como ya ocurrió en su momento con el plan de rehabilitación de la ruta Transchaco, también por la ley “llave en mano”.
La oferta presentada por Acciona Aguas-Acciona Infraestructuras es de US$ 599 millones, más intereses; un monto incluso mayor al que en su momento presentó Mota-Engil para reconstruir la Transchaco y que Hacienda rechazó por el fuerte impacto que iban a tener los altos intereses sobre la Ley de Responsabilidad Fiscal.
Gana con la obra y también con los intereses
Aunque la propaganda oficial a favor del régimen que plantea la Ley 5074 dice que el privado gana con la obra y no con el financiamiento, porque comienza a cobrar después de haber ejecutado el proyecto para el cual obtuvo el financiamiento. Lo cierto es que en la práctica la obra está dividida en varios tramos y su derecho a cobrar nace al momento de concluir cada tramo.
El ingeniero Hugo Ruiz, director de Agua y Saneamiento por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), confirmó que la obra del alcantarillado se dividirá en 32 tramos.
“No se trata de desembolsos, sino del reconocimiento de la deuda por el Estado paraguayo”, dijo respecto a la división de la obra en tramos y el certificado que recibirá del Estado del privado al terminar cada tramo. Tal documento le servirá a su vez al privado para descontar el monto del financiamiento asumido como deuda con el banco financista del proyecto.
Se estima que la obra, si se adjudica, duraría 48 meses (cuatro años), y que se trabajará en hasta 22 frentes.
Proyectos mal articulados
El Ministerio de Hacienda advirtió en su momento que la Ley 5074, “llave en mano”, no era un instrumento útil y conveniente para financiar proyectos de gran envergadura, como sí lo es para proyectos más pequeños.
En la misma línea, fuentes del Ministerio de Obras Públicas explicaron que el fracaso de la Transchaco se debió a que en su momento el proyecto se articuló de tal forma que el riesgo asumido por el privado era demasiado grande y pasaba mucho tiempo entre que se entregaba un tramo y se cobraba. En contrapartida, los intereses que le agregaron a la obra fueron altísimos y eso obligó a descartarla.