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De acuerdo con los datos, la binacional prevé para diciembre de este año la conclusión del proceso de precalificación de las empresas o consorcios interesados en llevar adelante la actualización tecnológica de la central hidroeléctrica, que busca la transformación de la usina –con tecnología de la década de 1980– a una central digital “de última generación”.
Según la Dirección Técnica, el propósito es garantizar la continuidad de la generación, con calidad y seguridad operacional, para los sistemas eléctricos del Paraguay y del Brasil en las próximas décadas. Si bien no se menciona costos para los cambios anunciados, la anterior administración de la margen izquierda había calculado un costo aproximado a US$ 500 millones.
El proyecto comprende la provisión de equipos, materiales, obras, servicios y entrenamientos para los siguientes sistemas: unidades generadoras, control centralizado, servicios auxiliares eléctricos y mecánicos, subestación de 500 kV-GIS, presa y vertedero.
Este paquete, según la entidad, será dividido en tres lotes: Lote 1, para empresas establecidas en Brasil, individuales o consorciadas; el Lote 2, para empresas establecidas en Paraguay, individuales o consorciadas; al igual que el Lote 3.
Según los datos oficiales, la licitación para la segunda fase prevén publicarla a mediados del primer semestre del 2019, de la que podrán participar solamente las empresas o consorcios calificados en la primera etapa. Los interesados en este llamado pueden ingresar al pliego en el sitio www.itaipu.gov.py, en el portal de proveedores y licitaciones, proceso AF-2012-18.
En fuentes independientes del sector energía de nuestro país la pregunta recurrente es si la deuda que contraerá la binacional incidirá en la revisión del Anexo C del Tratado de Itaipú o no, porque este proyecto sumará US$ 500 millones al saldo deudor del ente, cuya cancelación está prevista para el 2022 inclusive.