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El artículo 351 del Código Aduanero sobre instrucción de sumarios establece que, ante la presencia de cualquier denuncia que pudiera configurar falta aduanera, el administrador de Aduanas competente instruirá de inmediato el sumario.
La misma normativa indica, en su artículo 348, que los sumarios estarán a cargo de los administradores en cuya jurisdicción territorial se denuncie la situación irregular. Esto indica que Machuca Corvalán tendría que haber sido el sumariante en este caso, ya que la carga denunciada ingresó por Villeta.
El 7 de octubre de 2014, unos 4.600 kilos de benzoato de emamectina al 36%, producto que en ese rango está prohibido importar al país, ingresaron como si se tratase de glifosato por el puerto de Villeta, siendo administrador el funcionario Machuca Corvalán.
Sobre la entrada de esta carga hubo dos denuncias. La primera, el 25 de setiembre de 2014, a cargo de la Cámara Paraguaya de Sanidad Agropecuaria (Capasagro), y la segunda, por parte de la fiscala Carmen Gubetich de Cattoni, de la fiscalía anticontrabando, que con base en la denuncia de Capasagro hizo el procedimiento para decomisar el cargamento, el 7 de octubre del mismo año.
La representante del Ministerio Público denunció formalmente el caso, teniendo en cuenta las pruebas conseguidas en el operativo. Gubetich de Cattoni, representantes de la Aduana de Villeta y técnicos del Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semilla (Senave) confirmaron que la carga de benzoato de emamectina ingresó camuflada en cajas correspondientes a glifosato, tal como hicieron figurar en los despachos.
A pesar de tener dos denuncias concretas, y tras confirmarse la intervención fiscal que la carga de agrotóxicos iba a ingresar a Paraguay de contrabando por el puerto que él administra, Machuca Corvalán se presentó como denunciante.
Esto sirvió para que el director aduanero Nelson Valiente tuviera que elegir otro administrador para que atendiera el sumario, supuestamente porque Corvalán Machuca no puede ser “juez y parte” de un proceso.
Valiente designó a Carlos Alfredo Medina, administrador de la Aduana Central Capital, para hacer el sumario. El proceso sumarial de Medina terminó en unos 45 días, periodo récord que sirvió para sobreseer a la firma en la investigación por contrabando y, además, devolver la carga incautada por la fiscalía.
Para Valiente, no se violó el Código Aduanero, porque Machuca Corvalán, como denunciante del caso, no podía legalmente encargarse también del sumario. Según el titular aduanero, recurrieron a otro funcionario de la institución para mantener la imparcialidad y actuar con la mayor transparencia posible en la investigación del caso.
Con esta maniobra, la firma “Tche SA” –que es la supuesta dueña de la carga y que aparece a nombre de los hermanos brasileños Mauricio y Marcelo Machado– fue beneficiada por la Aduana. Como abogados de la mencionada empresa se presentaron Diego González Arrúa y Aldo Bacchetta, este último, hijo del senador colorado Enrique Baccheta.
La fiscalía, los propios funcionarios aduaneros de Villeta y técnicos del Senave comprobaron que la referida empresa traía productos tóxicos para hacerlos ingresar al Paraguay de manera ilegal.