Lujosos edificios en medio de familias damnificadas

Está en marcha otra “herencia” de Cartes, la construcción de oficinas de gobierno en el puerto de Asunción. Una millonaria obra que plantea lujosas edificaciones en medio de cientos de familias en situación de vulnerabilidad, lo que, según los datos, es un problema de urbanismo que se suma al posible caos que habrá en la zona por cuestiones de tránsito y de estacionamiento.

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Las oficinas de gobierno son parte del proyecto de “Reconversión Urbana y Metrobús”; incluyen una torre de 17 pisos para el Ministerio de Educación, otra de 13 pisos para el Ministerio de Obras Públicas, otra de 12 pisos para el Ministerio de la Vivienda que compartirá con el Ministerio de Trabajo, así como una de nueve pisos para el Ministerio de Relaciones Exteriores y una última, de seis pisos, para la Subsecretaría de Estado de Tributación.

Ayer, el MOPC invitó a un recorrido por la zona de obras. Nuestro diario pudo corroborar que se inició la construcción de las bases de los dos primeros edificios.

El monto del contrato es G. 478.828 millones (US$ 85 millones al cambio actual), adjudicado al consorcio TBI (Tecnoedil, Alberto Barrail e Hijos e ITASA).

Para el arquitecto urbanista Federico Franco, estos edificios significan un derroche de dinero innecesario. “Se ven así las prioridades del Estado. Se van a tener edificios supermodernos, que en momentos de inundación, sus alrededores van a ser ocupados por damnificados, familias en situación de vulnerabilidad para las cuales aún no existe una solución”, manifestó.

El profesional fue uno de los que votó en su momento en contra del proyecto, en su rol de concejal de Asunción. “Uno de los argumentos para mi postura es que va a contramano con el plan del Centro Histórico que se acaba de terminar. Además, concentrar todas las oficinas públicas en una zona sumamente conflictiva, donde convergen la avenida Costanera, Paraguayo Independiente, va a crear un nudo sumamente conflictivo que se va a complicar aún más con estas oficinas”, señaló.

Consultado acerca de cuáles podrían ser las soluciones al tráfico y evitar así el “cuello de botella” en la zona, Franco dijo que “van a ser parches, porque lo ideal hubiera sido que esté primero el transporte público (por metrobús) y después contar con este programa. Habiendo cometido este error, cualquier medida va a ser siempre un parche y no una solución”, indicó. En opinión de Franco, “la única justificación de generar una obra así es para dar trabajo a empresas vinculadas de alguna manera al gobierno”.

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