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Duarte Frutos llegó a esta ciudad el miércoles último, en horas de la mañana, para trasladarse después hasta la ciudad argentina donde se reunió con su par argentino Martín Goerling.
El Comité Ejecutivo de la entidad binacional está conformado por dos personas, el director ejecutivo y el director, que en esta ocasión abordó temas relacionados con los procesos licitatorios del controvertido proyecto Aña Cua, así como con la deuda argentina con nuestro país por cesión de energía, que ronda los US$ 100 millones.
Mientras en el Senado paraguayo faltan cuatro votos para derogar las leyes 6135/18 y 6135/18, que aprueban las notas reversales y que modifican el Tratado de Yacyretá, el director paraguayo se muestra muy cercano al Gobierno argentino, cuyo país es el gran beneficiario de las leyes promulgadas por Horacio Cartes días antes de que finalizará su gobierno.
Según la página web de Yacyretá, ambos directores viajarán el próximo viernes a Buenos Aires, donde se reunirán para estudiar con mayor profundidad los puntos mencionados.
“Si hay normas que no fueron respetadas o procedimientos que no son claros, informaremos y tomaremos las medidas pertinentes, por indicaciones del presidente Mario Abdo Benítez”, dijo con relación al Aña Cua el director paraguayo.
También mencionó que la ampliación de la central es una obra necesaria para nuestro país, pero que no debe hacerse de cualquier forma ni a cualquier costo.
“De ratificarse las notas reversales en Argentina, negociaremos los mejores términos para los intereses nacionales. La deuda al Paraguay por territorio inundado es de más de US$ 1.000 millones. Buscaremos que se empiece a pagar, desde el año que viene, revisando su diferimiento, agregó.
Finalizado el encuentro, Nicanor se trasladó hasta la villa cerrada de la EBY, donde pasó la noche, y ayer por la mañana partió rumbo a la ciudad de Encarnación (Itapuá), una de las ciudades más afectadas por el embalse del complejo hidroeléctrico.