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Falsas
Los supuestos arrepentimientos de ciertas señoras de la política como Mirta Gusinky y Emilia Alfaro (también conocida como Alfato y Afano) son más falsos que el color de su pelo rubio. Puede que estén arrepentidas, no de lo que hicieron, sino de las consecuencias negativas que tuvo para su imagen. Y ahora votarían de manera diferente, dicen.
Pues no funciona así. Un parlamentario debe votar a conciencia, según su firme convicción y no porque a la gente que le va a gustar o no, y no porque lo o la van a escrachar. Debe estar dispuesto a enfrentar las consecuencias de su voto, más allá de las consecuencias que le genere en su vida personal.
Eduardo Gamarra
Estatales
Vox pópuli es la posición económica de funcionarios de la administración pública. Gracias a las publicaciones confirmamos que en cargos públicos con emolumentos del Primer Mundo se tiene progreso acelerado y de bon vivant, a costa del sacrificado pueblo que debe tributar para sostenerlos. Es vergüenza nacional vivir a costa del Estado disfrazando remuneraciones en sinfín y asombrosos ítems y hacer ostentación sin importar las consecuencias, aplicando “la murmuración pasa y el provecho queda en casa”. Todas estas informaciones vergonzosas giran alrededor del mundo en un flash.
Tener jefe con un empleado, asesores, relatores, vehículos, combustible, todo un equipo de fútbol, parientes, niñeras, hurreras y demás sin ninguna preparación y hasta con cinco sueldos. Disponer de broches de oro, almuerzo, heladeras, TV, gratificaciones, bonificaciones, etc., todo pagado por el pueblo sufriente. Vergüenza es lo que no tienen. Amén de poca producción por haraganería e incapacidad. Razón por la cual tenemos negociadores mediocres, torpes, vendepatria, y comprometiendo al Estado paraguayo. Ninguna de las instituciones públicas escapa de los privilegios que ellas mismas se autoasignan por cuenta ajena como nunca encontrarán en la administración privada. Ahora comprendo el apego que tienen a sus sillas sin que nadie ose renunciar. ¿Quién controla su rendimiento, disciplina y honestidad? Los llamo “traidores de la patria”, estrangulando inmisericordemente las arcas del Estado. ¿Qué queda para infraestructura, pobreza, educación, salud, etc.? Todos piensan in petto nuevas formas de despojo y seguir chupando de las “tetas” del Estado.
Esta manera de aprovecharse de la patria corrompe a todo el país. ¿Quién querrá trabajar en la administración privada con sueldo mínimo, aportando inteligencia, honestidad, contracción al trabajo, puntualidad, etc.? No hace falta talento sine qua non para acceder a cargo público, sino padrino antipatriota, eludiendo concurso de méritos y aptitudes, cuyo resultado es la población in crescendo de haraganes y holgazanes que ya no caben en sus elegantes edificios. Hay que buscar rápida solución antes de que el Estado se desangre del todo por los karakara merodeando siempre por la administración estatal, por crear nuevos cargos e inflar aún más sus ingresos.
José Julián Valenzuela
Siguen las estafas
Muy a pesar mío no he asistido a las dos manifestaciones que fueron realizadas para gritarles su caradurez y sinvergüencía a ciertas personas que debieran representar al querido y cada vez más sufrido pueblo paraguayo. Mi ausencia se debió a que trabajo de 6 a 18 hs. desde hace 42 años sin poder aún contar con la merecida jubilación, autorizada ya por el Ejecutivo y que aún no se ha efectivizado. Ahora, dados los últimos acontecimientos, me imagino porqué.
Por otro lado, el MEC ofreció otorgar becas a estudiantes que ameritaban dicha ayuda para proseguir sus estudios. Una persona que conozco solicitó dicha ayuda. Esta es la hora en que termina el año lectivo y de las supuestas becas… nada. Los únicos que se acuerdan de los estudiantes son los prestamistas, a quienes se debió recurrir tanto para seguir estudiando como para preparar los abultados y costosos expedientes necesarios para solicitar las becas. Porque hasta la firma de un decano tiene su costo.
Termina el año, señores. Quién sabe a qué cuentas bancarias o al bolsillo de qué niñeras habrán ido a parar ambos fondos. Pues a esta altura muchos ladrones ya se los habrán engullido. El próximo año, con nuevo presupuesto, seguro figurará un nuevo monto. Quiera Dios que llegue a destino. ¿O seguiremos en el mismo “rumbo”?
Juventud paraguaya: ya les llegará a estos su hora. Confíen, al menos, en la Justicia Divina que siempre llega y contra la cual no hay fueros ni blindaje que valga, aunque de momento sonrían y se crean superpoderos@s en su caradurez.
Elba Peña