LOS LECTORES OPINAN

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Conocer el pasado

Un aspecto –desde una perspectiva generalizada- de la realidad de nuestro país es arrancar de 1870 en adelante.

Sus hombres, sus mujeres, sus niños, sus costumbres, no se reproducen en otros lares, solo aquí. Y desde ese trágico año en adelante aquello fue un tronzamiento raigal. Además del exterminio, los invasores nos descerebraron, instalaron un erial en nuestras áreas creativas, enmudecieron nuestra capacidad de protesta, nos dividieron en dos colores, desconvocaron a la educación, castigaron la expresión, la reunión, la asociación y a la movilización.

Siendo el primer y único país descolonizado de entonces creyeron que nos convirtieron en polvo, no conocían la leyenda del Ave Fénix.

Luego que idos los genocidas dejaron sumisos alumnos legatarios. Esos “educandos” rinden exámenes cotidianos a los amos extranjeros de nuestra política bicolor. En el 2012 volvieron a rendir difícil asignatura: cómo romper un intento popular y democrático y al mismo tiempo alterar un progresismo contagiante en toda Latinoamérica.

Para oficializar el disfraz de redemocratización (abril/21/2013 se valieron de un outsider del que según cuentan ahora, era doblemente válido para uno como para el otro. Es que ellos se fagocitan unos a otros hasta terminadas las elecciones. Después prosiguen su turbia y sospechable promiscuidad desde hace casi siglo y medio, salvo breves lapsos de celosos arañazos.

Los que creemos ser herederos de los que entregaron bienes, libertad y propia vida para la recuperación del Estado del Bienestar que alcanzó Paraguay desde 1811 a 1870 seguimos en la brega. Ahora existe mayor conciencia. Eso es muy bueno. Hoy necesitamos mayor involucramiento en esta gesta de la Nueva Independencia.

Un éxito grande de conciencia y de lucha fue el final del cargo Ejecutivo del mediocre y perverso Federico Franco. Este personaje es la síntesis y ejemplo de la clase de político civil que nunca mereció este sacrificado pueblo paraguayo. Muchos ciudadanos/as se expusieron contra él y contra quien representaba. Ahora se fue repudiado por la libre y sana ciudadanía de todo el mundo. Sin embargo, el grupo que catapultó a este esperpento sigue incólume hecho que debe reforzar la atención y movilización de la ciudadanía en defensa de sus derechos.

Gustavo A. García

Parangón de nuestro tiempo

Docentes usan guardapolvo: para resguardar su cuerpo del polvo.

Diputados tienen guardaespaldas: para que lo cuiden contra algún atentado que pudiera ocurrirle.

Docentes: eligieron ser docentes por vocación, opción personal.

Diputados: fueron electos por el pueblo.

Paraguay: país del amiguismo, del correlí, del tráfico de influencias, ley del mbarete, trato de favores, leyes sólo para los pobres.

País de las maravillas: docentes con largas vacaciones, descansan sábados, domingos, feriados, se jubilan en 25 o 28 años.

Ciudadano paraguayo común: forma fila, solicita cama en terapia intensiva, espera, se plaguea, se conforma y se va a mendigar a otro lugar.

Alto funcionario público: no forma fila, encuentra rápida solución a sus problemas, trato privilegiado.

Técnicos: endiosados.

Pragmáticos: ndoikuaái mba’eve, oñemotécnicose.

Cualquier otra profesión: uno para sellar el papel, otro corta el papel, y el último pasa el papel. Descansa mucho, produce poco, no lleva tareas extras a su casa, un mismo rol desempeñado por varias personas. Tiempo de producción: 8 horas. Salario de jubilación: carita feliz.

Docentes: 1 por cada aula, limpia, ordena los muebles, prepara pizarrón, enseña, evalúa las tareas, lleva trabajos extras a su casa, duerme poco, cumple varios roles en un mismo tiempo: maestra, mamá, orientadora, psicóloga, doctora. Tiempo de producción: 16 horas. Salario de jubilación: cara de cédula.

MEC: según el sistema de evaluación el alumno tendrá 3 oportunidades para pasar el examen, ordinario, complementario y extraordinario.

Calidad educativa: diputados, policías garroteros, gas lacrimógeno, balas de goma, ser docente última opción, sistema de evaluación.

Docente paraguayo: desmotivado, decepcionado, impotente, desvalorizado.

¿Educación en primer lugar? ¿En el país de las maravillas? ¿O en Paraguay?

Gloria Elizabeth Benítez González

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