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El acuerdo político HC
El acuerdo tiene felices a todos nuestros malogrados actores políticos: al trasnochado Federico, abucheado donde se lo ve; al senador Llano, quien no conoció otro trabajo que el de legislador; a Camilo Soares, cuyo principal mérito fue pretender suspender el rally y vender coquitos a precio de oro; y al contador de chistes Mario Ferreiro, quien dice como buen cómico que el país recién en 15 años va a barrer con la vieja política, dando a entender que 15 años más se va a seguir robando de manera descarada.
Lo que debe entender el presidente electo es que el verdadero acuerdo debe celebrarlo con la propia ciudadanía. Esta no le votó por su cara bonita, mucho menos por su preparación académica ni intelectual. Pido que no se deje llevar por las adulonerías, que no se equivoque y pretenda creer que este país puede llevar otros 5 años de experimento y fiesta para los “mandatarios”, que entienda que se necesita un verdadero abrazo con nuestra gente, con sus necesidades y que de una vez por todas entienda que fue electo para la búsqueda del bien común, por lo que le queda sencillamente rodearse de los mejores asesores, de aquellos que no permitan que nunca más diga que el Informe de Jeffrey Sach no “es serio”, sino que antes de hablar con la prensa se tome la molestia de leerlo, y si no tiene la capacidad de leer que contrate a las mejores mentes de nuestro país para que le asista y de ser posible que contrate a este prestigioso economista en carácter de asesor en cuestiones energéticas para dejar de una vez por todas nuestra actitud mendicante y asumamos una posición digna de un país soberano.
Que entienda que no basta con posar como momias con el vetusto rey de España, un país que tiene postrados a miles de nuestros compatriotas en carácter de esclavos modernos. Que entienda que el verdadero rey es el pueblo paraguayo. Su acuerdo político es una especie de sepulcro “blanco y resplandeciente por fuera y por dentro solo contiene podredumbre”. Deseo a Horacio Cartes que entienda que el verdadero acuerdo político debería hacerlo con la ciudadanía y no con unos cuantos oportunistas, cepilleros y cadáveres políticos, expertos en batiburrillos, que precisamente son responsables de que nuestro país se encuentre en la situación de postración en que está. Le pido que de una vez por todas, antes que el “agricultor Afara” lo reemplace, que realice una buena gestión, se rodee de los mejores y sepa que la ciudadanía lo va a apoyar toda vez que demuestre interés en mejorar el país, luchando contra la miseria.
Arnaldo Gaona
Boleto estudiantil
Felicito a los jóvenes estudiantes que vuelven a organizarse para luchar por sus derechos. El boleto estudiantil ha sido siempre el germen que abrió caminos a muchas luchas estudiantiles, pero estas no deben quedarse simplemente allí.
En Asunción, los alumnos que usan el boleto estudiantil son a menudo humillados asquerosamente por los choferes que no los respetan, no les paran, los obligan a arrastrarse por el suelo para pagar medio pasaje. Este trato indigno debe acabar, pero solo llegará a su fin a través de la lucha, porque los empresarios y el Gobierno no tienen interés en resolver este problema.
Y como dije, el boleto es un inicio. Lo fundamental es cambiar la educación, que está tan enraizadamente podrida en nuestro país, y nunca se pudo liberar de la politización. Menos ahora, con este señor, que es por cuarta vez ministro.
Diego Zaldívar
Vacaciones de invierno
No tengo muchos recursos y quisiera expresar algo que me duele: las vacaciones de invierno parecen estar pensadas solo para personas pudientes. Todo se concentra en el consumo, pero no hay actividades en los barrios para que los chicos se diviertan sanamente, jugando en las plazas y en las calles, sin correr peligro y sin gastar dinero. ¡Qué pena que desde que nacemos solo se nos ve como consumidores, y si no tenemos dinero no somos importantes!
Amalia Garcete