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Mediocridad
Nuestras instituciones policiales no funcionan porque empezando con la evaluación del postulante, se incurre en deficiencias. Por supuesto que la gran mayoría de aspirantes no son motivados por una vocación de servicio, sino que ven en dicha función el medio de adquirir cierto poder y camuflado respeto, además de un trabajo. He visto personal policial extremadamente joven que porta armas y que probablemente será mandado al frente para realizar los trabajos peligrosos. Cuanto menos preparado esté más riesgos asumirá y más dispuesto a obedecer estará ¿Qué madurez emocional puede tener un casi niño parar tomar la mejor decisión ante diferentes situaciones?
No basta tener estado físico, saber manipular un arma, contar con cierta formación académica, no contar con antecedentes, sino sobre todo debe saber manejar situaciones conflictivas cambiantes.
Debe saber cuándo ser firme y cuándo mediar utilizando la diplomacia y el tacto. Obviamente que sus superiores fueron formados del mismo modo, de manera que la prepotencia y el abuso de autoridad es algo común que se va transmitiendo en el tiempo. No ajustarse a lo que las leyes mandan y recurrir al poder de turno forman parte de nuestra idiosincrasia. Por esta razón comprendo perfectamente la impotencia de la familia Lindstron, porque uno ya no sabe a quién acudir. Ni pensar en nuestra justicia en la que solo “confían” los que obtuvieron una sentencia favorable a su reclamo. Estoy segura de que si se hiciera una encuesta hoy, para medir el grado de confianza en nuestras instituciones y autoridades, todas se aplazarían.
Si el sujeto no está suficientemente preparado, cualquier acción que emprenda también será mediocre. No es casual ver que obras, que costaron fortunas a los contribuyentes, son abandonadas y/o rapiñadas en un abrir y cerrar de ojos. Prácticamente nada se conserva, se mejora o se valora en beneficio de uno mismo y de los demás. Y estas son las reales razones porque los hospitales jamás estarán equipados como deberían, ni las plazas serán un lugar cuidado, ni tendremos baños públicos higiénicos, ni escuelas equipadas, ni policías confiables, ni calles bien hechas etc.,etc., etc.
Dentro de la mediocridad no puedo dejar de expresar mi indignación ante la contratación desacertada de guardias privados, que cuentan a veces con escasos 20 años, portan armas en la vía pública ante la indiferencia y un silencio cómplice de aquellas autoridades que deberían tomar medidas correctivas, pero que en cambio prefieren no ver y no oír, para no ser “argeles”.
Helga Behage
Cosas que copiar
Como las empresas de servicios públicos en el país no tienen por costumbre tener en cuenta al cliente, es llamativo constatar que una de ellas proponga una interacción de forma a preservar la excelencia en la prestación del acordado servicio. Una frase: Estimado usuario, caso Ud. note alguna irregularidad, tanto en la ruta como en los servicios prestados, le pedimos gentilmente que se comunique con nosotros para su atención inmediata. Se fija para el contacto números telefónicos de línea baja y de celular.
La firma que rompe el molde no es una multinacional sino una paraguaya que tiene en concesión la operación y mantenimiento de 140 kilómetros de la ruta Nº 7 entre Caaguazú y Ciudad del Este. En el puesto de peaje, en el momento de abonar la tasa de tránsito, se entrega a cada conductor un folleto informativo en el que se informan los derechos y obligaciones del usuario y las obras de mantenimiento que se encaran en la vía.
Al derecho que tiene de cobrar una tasa de tránsito, la concesionaria soporta la obligación, según el folleto, de mantener sin baches y buena señalización la carpeta asfáltica y prestar, sin costo, auxilio al conductor varado con su vehículo en el tramo privatizado. Los servicios son auxilio mecánico ligero y grúa para remolque hasta un lugar apropiado, primeros auxilios y ambulancia para traslado hasta hospitales; postes SOS para solicitar ayuda al centro de operaciones y en los puestos de peaje teléfono público, baños y centro de información.
Este hecho sería bueno que lo copien los administradores de las telefónicas, aguateras y, muy especialmente, el intendente de Asunción, para dar respuestas en tiempo y forma a los reclamos de sus clientes por deficiencias en la recolección de basuras, reparación de empedrados o taponamiento de agujeros en el asfaltado callejero por los que la Comuna percibe una tasa.
Eliseo Martín Álvarez